viernes, 14 de diciembre de 2012



Viejos patios de tango

 

En la época de la colonia, las primeras casas de Buenos Aires eran simples ranchos de paja y adobe, con el tiempo los techos se hicieron de tejas y  las construcciones de ladrillos.

El estilo de las casas al igual que las casonas de Roma eran formando un cuadro de varias habitaciones y un patio central.

Las familias de mayores recursos económicos e inserción social construían sus casas con hasta tres patios: el primer patio de la familia, el segundo de la servidumbre y el tercero para la huerta y  frutales

Estos patios a veces poseían aljibe, parrales e higueras y vegetación variada.

Generalmente las casas  tenían en su frente rejas y balcones que al igual que el patio sirvieron de inspiración poética:

La pulpera de Santa Lucía

Vals 1929

Música: Enrique Maciel

Letra: Héctor Pedro Blomberg

……………………………………………

Le cantó el payador mazorquero

con un dulce gemir de vihuelas

en la reja que olía a jazmines,

en el patio que olía a diamelas.

………………………………………………..

La evolución de la gran aldea, conservo en sus construcciones, en la medida de las posibilidades, la presencia del patio…

Tanto casas de familia, como  inquilinatos y conventillos poseían este espacio exterior que permitía el desahogo necesario para sus habitantes carentes de tantas comodidades internas.

Lugar de reunión, de vida social, de románticos encuentros, donde los payadores y los guitarreros expresaban su arte y su poesía en este ámbito donde los sentimientos se  volcaban ante un espacio capaz de motivar las fibras intimas del poeta.

Sus parrales salpicando el techo del cielo y sus malvones, glicinas y jazmines daban el marco necesario para la inspiración.

 Los patios de ladrillos viejos recibían el taconear de los mozos y sus parejas que llevaban el baile en la sangre.

El patio del conventillo fue cuna del tango en sus albores y  los payadores y guitarreros colaboraban en este proceso creativo y los organitos lo difundían.

También las angustias y  los dolores  tuvieron su expresión en este espacio, aunque  las tragedias  fueron casi exclusivas de la pieza del conventillo, el patio no debía mancharse con tanto dolor,  y así lo recogió y transmitió Armando Discepolo al crear ese grotesco criollo producto de su inspiración.

El tango tuvo su ámbito de inspiración en esos patios, que ya desaparecían y la nostalgia los mantenía en el recuerdo, Catulo Castillo  fue el autor de esta letra, con una poesía simple y perfecta:

El patio de la morocha

Tango

Música: Mariano Mores

Letra: Cátulo Castillo

 

Patio de la morocha que allá en el tiempo

tuvo frescor de sombras como el alero.

Sobre tu piso pobre ladrillos viejos,

junto a mi pecho triste sus ojos negros

diciendo adiós,

diciendo adiós ...

 

Con el recuerdo de este tango vuelvo a verla.

Con el recuerdo de este tango juguetón

que me habla de ella.

Tal vez el patio y el cedrón que me llamaba

y su carita de ilusión que se asomaba.

Y en el jirón de alguna

linda medialuna,

su cara bruna

que me miraba...

 

Feliz paisaje de vida

que duele como una herida.

Pobre retazo de sueño

que acaso no tenga dueño.

Si estaba el alma en pedazos,

cómo ingratos sus ojazos

cuanto más amor pidieron

se me fueron...

 

¡Muchacha criolla

del tiempo aquel!

Tango dulzón y orillero

que al corazón

le reprocha, cruel,

la ausencia de la morocha

y el viejo patio que quiero...

 

Sobre tu piso pobre,

ladrillos viejos.

Junto a mi pecho triste,

sus ojos negros

diciendo adiós,

diciendo adiós...

 

La memoria de cuando era niño muestra ese patio familiar, donde los juegos los padres y abuelos conforman un ámbito de paz y sencillez cuando la vida era todavía el hada de un cuento:

Memoria de un patio

Vals

Música: Reynaldo Martín

Letra: Roberto Díaz (b)

 

En baldosas color de ceniza

pintadas con tiza

nació la rayuela.

El sillón que hamacaba a la abuela

dejaba una estela

de tarde sin prisa.

Era justo el país de la risa,

región de la infancia

que un duende inventó.

Cuando el gato brincaba en la parra

y había cigarras

solfeándole a Dios.

 

En la paz demorada del patio

mi vieja era un mate,

mi viejo era un tango.

Había un trompo que hacía piruetas

entre las macetas

y el muro de antaño.

Y la vida juntaba alegría

en una alcancía

de magia y niñez.

Y la vida era el hada de un cuento;

los ogros del tiempo

llegaron después.

 

En aquel vozarrón del abuelo

soltaba su vuelo

el ángel del vino.

Y la casa era un largo camino

de luz y de trino

bajando del cielo.

Era cosa de andar sin recelo

siguiendo los ecos

de un grillo cantor.

Porque el mundo era sólo un juguete,

feliz barrilete trepando hacia el sol.

 

El baile era una de las pocas posibilidades de acercamiento social y romántico y el patio brindaba el ámbito adecuado para su expresión:

Bailes de patio

Tango

Música: Elvino Vardaro / Oscar Arona

Letra: Francisco García Jiménez

 

Una luna llena, de verano,

entre el toldo de la parra

curiosea el viejo patio,

donde se florean, mano a mano,

el violín y la guitarra

de una fiesta de arrabal.

Y al compás cadencioso y marcao,

de floreos los pies

las baldosas alfombran,

y en un rincón

hacen guardia a un barril

con su plana mayor

los del trago “sin fin”.

 

Recuerda el mortal dichoso

que aquellas horas viviera,

las lindas farras nocheras

del tiempo de las polleras

del almidonado percal...

Y al ver sus hijos ya mozos

y a la patrona plateada,

nota la vista empañada,

dice: ¡Qué lejos están!...

 

Riegan las mazurcas de saltitos

las baldosas, donde brillan

los pintados farolitos;

y entre el “pá de catr” y las cuadrillas

una polka de la silla

regocija a la reunión.

Y en un tango dulzón, de mi flor,

el flautista hace andar

como arañas los dedos;

mientras que va

declarándose amor

la pareja gentil

de otro tiempo mejor...

 

El recuerdo del patio colonial llevo al poeta de tango Armando Tagini (1906-1962), a volcar en su obra , el sentir de una niña que extasiada por las marionetas en su infancia, pareciera que marca su frívolo destino:

Marionetas

Tango 1928

Música: Juan José Guichandut

Letra: Armando Tagini

 

Tenía aquella casa no sé qué suave encanto

en la belleza humilde del patio colonial

cubierto en el verano por el florido manto

que hilaban las glicinas, la parra y el rosal...

 

¡Si me parece verte! La pollerita corta,

sobre un banco empinadas las puntas de tus pies,

los bucles despeinados y contemplando absorta

los títeres que hablaban, inglés, ruso y francés.

 

-¡Arriba, doña Rosa!...

¡Don Pánfilo, ligero!...

Y aquel titiritero

de voz aguardentosa

nos daba la función.

Tos ojos se extasiaban:

aquellas marionetas

saltaban y bailaban

prendiendo en tu alma inquieta

la cálida emoción...

 

Los años de la infancia risueña ya pasaron

camino del olvido; los títeres también.

Piropos y promesas tu oído acariciaron...

te fuiste de tu casa, no se supo con quién.

 

Allá entre bastidores, ridículo y mezquino,

claudica el decorado sencillo de tu hogar...

Y tú, en el proscenio de un frívolo destino,

¡sos frágil marioneta que baila sin cesar!

 

La poesía de Raúl González Tuñón, también,  nos traslada a ese mundo de los patios y con una gran riqueza poética va definiendo los personajes de esa reunión social que novedosamente requería de un ingreso más formal:

 

Polka de la tarjeta de cartón

Letra de R. G. Tuñón

 Música de J. Cedrón

 

¿Quién no conoció el peinado que usaba Misia Felicia,

su pollera con bordado, su cara llena de risa,

sus patios con emparrado, sus fiestas con pericón

y quién no estuvo invitado con tarjeta de cartón?

 

¿Quién no conoció la gloria de matear bajo la parra

cuando tocaban victoria los dedos en la guitarra,

 cuando el mísero colado salía por el balcón

porque no estaba invitado con tarjeta de cartón?

 

Entonces un chorro fino caía en la canaleta

haciendo su remolino saltarín en la pileta.

Si faltaban los de al lado se decía en la reunión

que no estaban invitados con tarjeta de cartón.

 

Ah!, las reuniones comadre, comentadas por semanas,

 five o' clock tea de Las Ranas, de la gente más compadre,

 de los que recién llegados ligaban un ginebrón

porque estaban invitados con tarjeta de cartón.

 

Reuniones de rompe y raja, de malevos orilleros

que largaban la baraja cuando olían entreveros;

 chinas empingorotadas hacían sonar el tacón

porque estaban invitadas con tarjeta de cartón.

 

Farolito a querosén del almacén de Profumo,

mozos que se iban al humo si les seguían el tren;

 moños, cintas, charolados, puro corte y confección

porque estaban invitados con tarjeta de cartón.

 

Época en que se formaba corrillo al cantor del bajo

y Buenos Aires fumaba cigarrillos "Vuelta abajo".

 Patios de cielo entoldado con estrellas de ocasión...

¡Ah!, no haber sido invitado con tarjeta de cartón.

 

Polka de cintura fina y peinado a la banana,

polka que fue la mañana de la milonga argentina,

 ya terminó tu función y yo nunca te he bailado,

pues nunca estuve invitado con tarjeta de cartón.

 

 

 El tango La cumparsita, entre sus letras ha incorporado un recitado cuyo autor fue Celedonio Flores y cuya versión más famosa fue la realizada por Julio Sosa, el varón del tango y  en sus versos expresa el recuerdo de su patio viejo:

Pido permiso señores, este tango habla por mi

 y mi voz entre sus sones dirá porque canto así...

Porque cuando pibe me acunaba en tangos

 la canción materna pa llamar el sueño

 y escuche el rezongo de los bandoneones

 bajo el emparrado de mi patio viejo

…………………………………………………………………

 

Esta milonga también recoge el recuerdo de ese patio de conventillo y sus payadas:

El conventillo

Milonga 1965

Música: Ernesto Baffa / Fernando Rolón

Letra: Arturo De La Torre / Fernando Rolón

 

Yo nací en un conventillo

de la calle Olavarría,

y me acunó la armonía

de un concierto de cuchillos.

Viejos patios de ladrillos

donde quedaron grabadas

sensacionales payadas

…………………………………………..

 

 

Los versos  sencillos y emotivos de Héctor Gagliardi expresan la comunión entre el tango y el patio como conclusión  poética de nuestra temática.

Me llamo tango

……………………………………………

Y aquí me tienen de vuelta,

 sencillo como esos patios,

 donde se duermen los gatos,

 debajo de las macetas,

 que se defienden coquetas,

 del malón de las hormigas,

 con las patitas metidas,

 en zapatitos de lata,

……………………………………

 

Miguel Ángel Viciconte


 

Bibliografia consultada:


www.todotango.com.ar

 

 

jueves, 29 de noviembre de 2012




 

Juegos y  juguetes despiertan  sentimientos en el tango

 

Jugando a los novios

Letra: Carmelo Santiago

Música: Abraham Averbuj

Muñeca, recuerdas la primera cita
Bajo la magnolia del viejo jardín,
Todo emocionado, te hablé de mis cuitas
Toda emocionada, me dijiste: ¡Sí!.

 

Éramos dos niños jugando a los novios
Tú, con quince años, yo, muy poco más.
Juguete divino, fue nuestro romance
La primera novia no se olvida más

……………………………………….


El juego en la niñez se expresa como diversión y disfrute y también como aprendizaje para la vida adulta, generalmente se desarrolla en un mundo ficticio, alejado de lo cotidiano.
Pasada la niñez los juegos cambian y a veces se confunden con los sentimientos, en este tango jugando a los novios no era solo el juego también hubo un romance y dejo el recuerdo de ese primer noviazgo que nunca más se olvidara aunque no se logro  consolidar.
A veces este juego se fue afianzando llegando a ser amor y con el tiempo el único y verdadero amor por siempre, como lo expresa la letra de este vals:

Jugando jugando
(vals)
Letra: Oscar Rubens  (Oscar Rubistein)
Música: Miguel Caló
Fue grabado por la orquesta de Miguel Caló con la voz de Raúl Berón.

 
Al vernos, nomás
Ya reímos los dos,
 sin tiempo a pensar
Dimos vida a la emoción.
Tus ojitos, después besaba
Y en mi boca, feliz soñabas.
Jugando, nomás
Comenzamos los dos,
Y jugando, llegó el amor...


Jugando te encontré,
Jugando te besé
Y así nomás, jugando..
De pronto comprobé,
Que cada día más
Me estabas tú gustando...

 
Contigo yo aprendí a soñar,
Contigo yo aprendí a reír
Me siento tan dichoso
Que si fuera un sueño
Temo despertar sin ti...

Jugando te escuché,
Jugando te miré,
Y así nomás, jugando...
De pronto el corazón
Me dijo que por ti
Me estaba enamorando...

Y hoy sé que te amo tanto, amor
Como jamás soñé querer,
Jugando todo fue
Y así fue que encontré
Tu amor...
Jamás yo pensé
Que este amor sin igual,
Surgiría, mi bien
De esta fácil amistad.
Mi pequeña que tanto quiero
Hoy, por ti, es más azul el cielo,
Qué fácil que fue, ni lo puedo creer
Que yo tanto te iba a querer.

En nuestro país el término muñeca o muñequita está referido a una mujer hermosa, en general carece  de una connotación  negativa o agresiva hacia ella, como lo expresa este hermoso tango:

Ave de paso
Tango 1937
Música: Charlo
Letra: Enrique Cadícamo

Ha llegado el momento querida,
de ausentarme quién sabe hasta cuándo.
En mis labios se asoma temblando
una mueca que dice el adiós...
Nuestro amor fue un amor del momento,
mi cariño fue un ave de paso
y tu beso de miel y de raso
fue un vaso sagrado que no olvidaré.


¡Adiós, muñequita de cobre!
Muchacha morena, tu amor tropical
exhala en mi alma su risa salobre
como una canción sentimental.
La luna de Río se queda
para que en las noches le cuente que yo
pasé por tu lado, viajero incansable,
pasé por tu lado y dejé el corazón.

Mi destino es andar en la vida...
Hice mal en soñar a tu lado.
Se ha teñido ese cielo rosado
al conjuro de darte este adiós...
Perdoná mi promesa, morena.
Olvidá mi locura de amarte.
Buenos Aires mi obliga a dejarte
y bajo esos cielos con vos soñaré...

 No obstante en algunos tangos el concepto cambia y  muestra a la mujer, como frívola o presumida dedicada al placer, como José González Castillo ha identificado a esta muñeca, como juguete de placer, aunque con corazón:

Juguete de placer
José González Castillo

La llamaban muñequita
que en sus ojos de cielo
y en el oro de su pelo
nada había de mujer...
porque en toda su lindura,
personita pizpireta,
pobrecita, tan frágil y coqueta,
era una muñequita,... juguete de placer...

Linda muñequita de cera
nacida para ahogar la de vidriera,
nunca sospechó que la vida
su juego de placer también olvida.
Y se vistió de esperanza
y se lanzó al torbellino
tal vez confiada al destino
de su interior de aserrín.

Pero llegó la hora
que de jugar cansada,
muñeca abandonada
la dejó la ilusión.
Y como un pobre juguete roto
cuando su pecho se abrió a las cuitas,
se supo entonces que muñequita
también tenía su corazón...
Desde sus orígenes el tango se ha adecuado  a los cambios sociales que  han ido ocurriendo en nuestro país, desde los primeros tangos criollos, pasando por los que han incorporado el aporte inmigratorio, fundamentalmente en sus letras.
La mujer siempre ha estado presente en el tango, desde La Morocha de Ángel Villoldo a aquellas mujeres que como prostitutas, en una sociedad de una fuerte presencia de hombres solos, dieron inspiración a muchas letras de tango.
En esa época el tango ya se caracterizaba, en muchos casos, con una carga machista y las letras en su casi mayoría eran escritas por hombres e intentaban expresar los considerados valores  en ese momento
La poesía de Enrique Cadicamo define a esta muñeca brava, que no es la de un juego de amor, es la del disfrute de otros jugadores, simplemente un juguete de ocasión, augurando un destino anunciado.

Muñeca brava
Tango 1929
Música: Luis Visca
Letra: Enrique Cadícamo

Che madam que parlás en francés
y tirás ventolín a dos manos,
que escabiás copetín bien frapé
y tenés gigoló bién bacán...
Sos un biscuit
de pestañas muy arqueadas...
Muñeca brava
bien cotizada.
¡Sos del Trianón...
del Trianón de Villa Crespo...
Milonguerita,
juguete de ocasión...

Tenés un camba que te hace gustos
y veinte abriles que son diqueros,
y muy repleto tu monedero
pa´ patinarlo de Norte a Sud...
Te baten todos Muñeca Brava
porque a los giles mareás sin grupo,
pa´ mi sos siempre la que no supo
guardar un cacho de amor y juventud.

Campaneá la ilusión que se va
y embrocá tu silueta de rango,
y si el llanto te viene a buscar
escurrí tu dolor y reí...
Meta champán que la vida se te escapa,
Muñeca Brava, flor de pecado...
Cuando llegués
al final de tu carrera,
tus primaveras
verás languidecer

En el tango “Alma de loca”, la muñeca, juguete de la niñez, nunca llego a ocupar su tiempo ni despertar los sentimientos que en la infancia surgen espontáneamente. su vida de farra y de placer escondía una falencia que ya no podría lograr.

Alma de loca
Tango 1927
Música: Guillermo Cavazza
Letra: Jacinto Font


Milonguera, bullanguera, que la va de alma de loca,
la que con su risa alegre, vibrar hace el cabaret,
la que lleva la alegría en los ojos y en la boca,
la que siempre fue la reina de la farra y del placer.
Todo el mundo te conoce de alocada y jaranera,
todo el mundo dudaría lo que yo puedo jurar:
que te he visto la otra noche parada ante una vidriera
contemplando a una muñeca con deseos de llorar.

Te pregunté qué tenías y me respondiste: nada...
pero advertí al verte tan turbada
que era tu intento ocultarme la verdad.
La sonrisa que tus labios dibujaban quedó helada
y una imprevista lágrima traidora
como una perla de tus ojos fue a rodar.

Quién creyera, milonguera, vos que siempre te reíste,
y que siempre te burlaste de la pena y del dolor,
ibas a mostrar la hilacha poniéndote seria y triste
ante una pobre muñeca modestita, y sin valor.
Yo te guardaré el secreto, no te aflijas, milonguita,
por mí nunca sabrá nadie que has dejado de reír,
y no vuelvas a mirar a la pobre muñequita
que te recuerda una vida que ya no puedes vivir.

Ríe siempre, milonguera, bullanguera, casquivana
para qué quieres amargar tu vida
pensando en esas cosas que no pueden ser.
Corre un velo a tu pasado, sé milonga, sé mundana,
para que así los hombres no descubran
tus amarguras, tus tristezas de mujer.


En algunos casos hasta la falta de juguetes en la infancia y la imposibilidad de jugar  también han contribuido a dejar secuelas las que a veces han desatado rencores difíciles de sobrellevar:

Como abrazado a un rencor
Tango 1930
Música: Rafael Rossi
Letra: Antonio Miguel Podestá

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una infancia sin juguetes, un pasado sin honor,

el dolor de unas cadenas que me queman las muñecas

y una mina que arrodilla mis arrestos de varón.

 

……………………………………………………….

En otros casos al rencor lo reemplazan sentimientos más puros y tratan de cubrir en otros las falencias de una niñez pobre y sin juguetes:

El bazar de los juguetes

Tango
Música: Roberto Rufin
Letra: Reinaldo Yiso

Patrón cierre la puerta, no me mire asombrado,
le compro los juguetes que tiene en el bazar.
Yo se los compro todos, no importa lo que gasto,
dinero no me falta para poder pagar.
Por una sola noche yo quiero ser rey mago,
para que los purretes de todo el arrabal
mañana al despertarse aprieten en sus manos
el sol de esta alegría que yo les quiero dar.

Al bazar de los juguetes
cuantas veces de purrete,
me acercaba para ver.
Para ver de allí, de afuera
desde atrás de esa vidriera
lo que nunca iba a tener.
Si mi vieja era tan pobre
le faltaba siempre un cobre
para comprarnos el pan.
Y hoy que puedo,
que la suerte me sonríe,
yo no quiero que haya un pibe
que no tenga
ni un juguete pa' jugar.

 

Yo sé lo que es sentirse en una nochebuena,

teniendo por regalo un solo cacho 'e pan,

sabiendo que los otros, cruzando la vereda,

dejaban sus juguetes allí, en medio del zaguán.

Yo sé lo que es sentirse besado tiernamente

por una pobre madre que no me pudo dar

ni el más humilde y pobre de todos los juguetes

por eso se los compro por eso nada más.

 

En esta obra de Vivencia, duo formado por  Eduardo Fazio y Hector Ayala (hijo) ambos en guitarra y voz, la poesía concuerda  con similares sentimientos y hasta los juguetes se sienten solidarios con los niños, Vivencia pertenece a la primera camada del rock nacional habiendo debutado en 1972:

 

Los juguetes y los niños
Vivencia
 
Hace mucho frío
y los negocios esperan
con impaciencia las ventas
las ventas...

Frente a la vidriera
de una gran juguetería
hay chiquillos que suspiran
que suspiran...

Sus narices echan sueños de vapor
pero el vidrio va empañando la ilusión.

Hay una muñeca
y un osito que conversa
mientras los pequeños sueñan
sueñan, sueñan...

Los niños miran y miran
en la vidriera empañada
como se escapan los sueños
a través de sus miradas

Y mientras los niños sufren
los juguetes se preguntan
con tantos niños afuera
que hacemos en la vidriera?.

 

 

Hoy la  sociedad esta viviendo profundos cambios donde las nuevas tecnologías y los avances llegan a casi todos los niveles de la misma. Más allá de la existencia de injustas diferencias sociales, existe una evolución en los juegos y los juguetes que los acompañan capaz de satisfacer las necesidades de una importante cantidad de niños.

Pero a veces las carencias no solo se deben a dificultades económicas, otras circunstancias impiden el acceso a la sana diversión.

Esto ya lo había expresado nuestro gran poeta popular y recitador Héctor Gagliardi, quien en su poema Reyes Magos plasmo los sentimientos de un niño frente a algo tan importante como es la  llegada de los reyes magos.

 Esta poesía enfrenta este sentir en plena segunda guerra mundial y Gagliardi demuestra ser un visionario cuando hoy pareciera que se está refiriendo al conflicto armado entre israelíes y palestinos  que afecta a la población civil y con gran dolor a los niños

Reyes Magos - Héctor Gagliardi

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Esta noche por los cielos

llegarán los Reyes Magos;

vendrán trayendo regalos

a los chicos que son buenos,

pero hay otros pibes buenos

en otro lado de la tierra,

que por culpa de una guerra..

¡no han de pasar los camellos!

 

Señor: yo aprendí a rezar

arrodillado con mi vieja;

si nunca te fui con quejas

hoy me tenes que escuchar:

¿Por qué tienen que pagar

esos pibes inocentes.

de que en el mundo haya gente

que sólo piensa en matar?

 

Ellos ¿qué saben de guerras?...

¡ellos quieren Reyes Magos!

¡y ellos. en vez de regalos

tienen un miedo que aterra!

Si vos pararas la guerra,

pasarían los camellos.

¡Yo te lo pido por ellos!

¡ por los pibes de mi tierra!

 


 

 Bibliografía consultada:


www.hermanotango.com.ar