viernes, 22 de marzo de 2013

“Mate, guitarra y canción”

Fogón de huella
Tango
Música: Arturo Gallucci
Letra: Yaraví

Al costado del camino
y en larga fila apretada,
las carretas se han dormido
bajo una luna plateada.
Los bueyes muerden despacio
un campo verdoso y lacio...
Y alrededor de un fogón,
mate, guitarra y canción...
…………………………………
Fogón de huella cuenta con la excelente grabación realizada por Aníbal Troilo y su orquesta con la voz de Roberto Goyeneche, “el polaco” en 1971.

El mate
Se puede decir que el mate forma parte de nuestra identidad nacional; en la America del sur, ya los pueblos originarios (guaranies y otros con los cuales mantenían relaciones) utilizaban la yerba mate que algo picada y tostada, en una pequeña calabaza,  le agregaban agua y por medio de una cañita bebían el liquido.
En el siglo XVII los Jesuitas en las reducciones al norte de Paraguay ya habían comenzado a realizar plantaciones de yerba, con grandes dificultades para lograr la germinación de las semillas hasta que fueron expulsados en 1767
La “hierba del Paraguay”, como fue denominada por los Jesuitas, fue tanto ponderada como criticada, pero siempre tuvo una gran aceptación popular.
Fue adoptado por los conquistadores españoles y se consolido fuertemente en Argentina, Paraguay y Uruguay, también sur de Brasil y algo menos en otros países del sur de America
Ya en el siglo XVIII el mate era una bebida mas consumida que el te y el chocolate, tanto en las zonas urbanas como rurales; desde las clases bajas hasta los nobles  lo consumían.
Hasta los ejércitos libertadores sostenían la rudeza de sus hazañas con el mate que siempre acompañaba a sus soldados, el mismo General San Martín aprovechaba sus momentos de descanso en las travesías tomando ese mate que tanto añoraba.
Compañero inseparable del gaucho en la soledad del desierto, en distintos momento del dia e incluso para reemplazar el alimento que a veces escaseaba; los fogones de los reseros y carreteros  destacaban las ruedas de mate, donde los paisanos compartían dentro de esa soledad con el compañero que los unía fraternalmente junto con sus canciones acompañadas de rusticas guitarras.
El denominado mate amargo  contrasta con el mate dulce, aquel al que se le incorpora azúcar al ser cebado: el mate amargo, simplemente la yerba con el agua caliente, sin ser acompañado con  nada mas, se le denominaba cimarrón ( del portugués chimarrao).
 Se conoce como cimarrón al ganado silvestre o salvaje, aquel no domesticado, por extensión se le dio esta acepción al mate solo.

  Ángel Villoldo, considerado el padre del tango, es el autor de la letra de este emblemático tango, en ella destaca en  distintas denominaciones tanto como paisano, criollo, al gaucho porteño , como asi lo denomina Villoldo; el gesto de amor  de la morocha se expresa en cebarle ese cimarrón de madrugada. 
La partitura de este tango llego a Paris, de la mano de los tripulantes de la Fragata Sarmiento en 1906, iniciando la gran aventura del tango en Paris.

La morocha
Tango 1905
Música: Enrique Saborido
Letra: Ángel Villoldo

Yo soy la morocha,
la más agraciada,
la más renombrada
de esta población.
Soy la que al paisano
muy de madrugada
brinda un cimarrón.
………………………………
La poesía gauchesca también  ha recogido en sus estrofas la presencia  del mate (cimarrón) como compañero del gaucho, así lo destaca José Hernández en su obra Martín Fierro (Primera parte. Capitulo II)  
…………………………..
Y sentado junto al fogón
a esperar que venga el día;
al cimarrón le prendía
hasta ponerse rechoncho,
mientras su china dormía
tapadita con su poncho.
……………………………..

Se denomina mate tanto a la infusión como también al recipiente donde se ceba el mate, generalmente una calabaza ahuecada a la que previamente se la curado, es decir adaptándola a su uso como mate y quitándole  así los restos que puedan afectar el gusto del mate.
El mate galleta:
El denominado mate galleta, es una calabaza aplastada, permitiendo al cebar mojar la yerba solo de un lado y reservar el otro lado para continuar cebando cuando  en el primero ya ha perdido su condición la yerba.
José Larralde (argentino nac. 1937)  es un poeta  de neta y autentica raigambre campera y como el mismo se define: guitarrero y cantor, autor de una cantidad importante de obras, donde lo testimonial también esta presente.
Con la sencillez y la dulzura que lo caracteriza  nos ha dejado esta hermosa poesía a su viejo mate galleta, expresada  entre el recuerdo y el dolor por su perdida:

Mi viejo mate galleta
José Larralde
Mi viejo mate galleta
que pena me dio perderte
que mano tronchó tu suerte
tal vez la mano del tiempo
si hasta creí que eras eterno
nunca imaginé tu muerte.

En tu pancita verdosa
cuantos paisajes miré
cuantos versos hilvané
mientras gozaba tu amargo
cuantas veces te hice largo
y vos sabias porqué.

Cuando la yerba escaseaba
por falta de patacones
nunca pediste razones
pero me diste consejo
chupá pero hacete viejo
sin llegar a los talones.

Y en esos negros inviernos
cuando la escarcha blanqueaba
tu cuerpito calentaba
mis manos con tu calor
pa'que el amigo cantor
se prendiera a la guitarra.

Y ahí no más se hacía la farra
vos y yo en un mano mano
mate y guitarra en el claro
mate y guitarra en la sombra
en leguas a la redonda
no hubo jaguel orejano.

Ah compañero y hermano
que destino tan sotreta
nunca le di a la limeta
en vos encontré la calma
en este adiós pongo el alma
mi viejo mate galleta

El tango recoge en sus versos la presencia del mate como eterno compañero inseparable, tal como lo expresa Enrique Cadicamo al relatar la historia de Madame Ivonne, esa francesa, que había sido abandonada por aquel  argentino “que entre tango y mate la alzo de Paris”
Madame Ivonne
Tango 1933
Música: Eduardo Pereyra
Letra: Enrique Cadícamo

 De este tango se destaca la excelente y recordada versión grabada por Julio Sosa,” el varón del tango”                                                       
…………………………………………………………………
Han pasado diez años que zarpó de Francia,
Mamuasel Ivonne hoy solo es Madam...
La que va a ver que todo quedó en la distancia
con ojos muy tristes bebe su champán.
Ya no es la papusa del Barrio Latino,
ya no es la mistonga florcita de lis,
ya nada le queda... Ni aquel argentino
que entre tango y mate la alzó de París


Tres esquinas
Tango 1941
Música: Ángel D'Agostino / Alfredo Attadía
Letra: Enrique Cadícamo

Hermosa versión realizada por “los angeles del tango”: la orquesta de Ángel D Agostino y el cantor Ángel Vargas “el ruiseñor de las calles porteñas”; Cadicamo expresa en sus versos el recuerdo de ese barrio humilde y destaca el tomar mate bajo la sombra del parral como característica de la identidad del mismo:
…………………………………………………….
Soy de ese barrio de humilde rango,
yo soy el tango sentimental.
Soy de ese barrio que toma mate
bajo la sombra que da el parrral.
En sus ochavas compadrié de mozo,
tiré la daga por un loco amor,
quemé en los ojos de una maleva
la ardiente ceba de mi pasión
……………………………………..


Para cantarle al amor,  Homero Expósito lo hace  con esta hermosa milonga, que como el mate amargo la define  bien criolla y bien porteña:

Bien criolla y bien porteña
Milonga
1945
Música: Armando Pontier
Letra: Homero Expósito

Para cantarle al amor
no se precisa experiencia:
se forma un nido entre dos
y lo demás... va sin letra.
Que así empecé esta milonga
bien criolla y bien porteña,
para cantarle al amor
que sólo siento por ella.

Ella es triste como un tango,
ella tiene gusto a menta
y es sencilla como el lazo
que me anuda a su tristeza.
Ella es como el mate amargo,
bien criolla y bien porteña,
y es acorde en la guitarra.
¡Qué milonga milonguera
la canción de la esperanza
que el amor hace canción!
…………………………………………
Este tango de Celedonio Flores, nos cuenta en detalle  el recuerdo del bulin de la calle Ayacucho, y la felicidad al calor de una piba y la posterior aflicción cuando “una noche de invierno fulera en un vuelo hasta el cielo se fue”:

El bulín de la calle Ayacucho
Tango 1925
Música: José Servidio / Luis Servidio
Letra: Celedonio Flores

El bulín de la calle Ayacucho,
que en mis tiempos de rana alquilaba,
el bulín que la barra buscaba
pa caer por la noche a timbear,
el bulín donde tantos muchachos,
en su racha de vida fulera,
encontraron marroco y catrera
rechiflado, parece llorar.

El primus no me faltaba
con su carga de aguardiente
y habiendo agua caliente
el mate era allí señor.
No faltaba la guitarra
bien encordada y lustrosa
ni el bacán de voz gangosa
con berretín de cantor.

El bulín de la calle Ayacucho
ha quedado mistongo y fulero:
ya no se oye el cantor milonguero,
engrupido, su musa entonar.
Y en el primus no bulle la pava
que a la barra contenta reunía
y el bacán de la rante alegría
está seco de tanto llorar.

Cada cosa era un recuerdo
que la vida me amargaba:
por eso me la pasaba
fulero, rante y tristón.

Los muchachos se cortaron
al verme tan afligido
y yo me quedé en el nido
empollando mi aflicción.

Cotorrito mistongo, tirado
en el fondo de aquel conventillo,
sin alfombras, sin lujo y sin brillo,
¡cuántos días felices pasé,
al calor del querer de una piba
que fue mía, mimosa y sincera ...
¡Y una noche de invierno, fulera,
hasta el cielo de un vuelo se fue!
Primus” era la marca de un calentador a kerosene que data de 1892, creación de un sueco, y que se impuso en los hogares populares de la Argentina (fue el país sudamericano que mas lo importo), tenia una bomba para aumentar la presión del combustible a un mechero  que previamente se encendía con alcohol.
Compañero inseparable del mate “con su carga de aguardiente” o combustible  dotaba del agua caliente necesaria para cebarlo.
Era poco lo que se pedía para que el mate fuera el señor y así acompañar la guitarra y ese cantor.


Siempre se ha conservado la tradición del mate de la tarde, aquel que se acompañaba con bizcochitos de grasa o tortas fritas en los fríos días de invierno; la obra de Pascual Contursi que da nacimiento al tango canción en la voz de Carlos Gardel, nos lleva a ese recuerdo:
Mi noche triste (Lita)
Tango 1916
Música: Samuel Castriota
Letra: Pascual Contursi
…………………………………………..
De noche, cuando rne acuesto
no puedo cerrar la puerta,
porque dejándola abierta
me hago ilusión que volvés.
siempre llevo bizcochitos
pa tomar con matecitos
como si estuvieras vos,
……………………………………….

El mate siempre ha sido elemento que no debiera faltar jamás, por su sencillez, por su calidez por aportar la cuota de energía necesaria para transitar el día, por ser quien permite socializar y romper la frialdad de las relaciones, por lo cual  su falta, no voluntaria, hace imaginar el limite de lo aceptable el hecho” trágico” frente al cual nos sentiríamos sin nada.
Esto  lo recoge Enrique Santos Discepolo en una de sus obras más conocidas y trascendentes:
Yira yira
Tango 1930
Música: Enrique Santos Discepolo
Letra: Enrique Santos Discepolo

Cuando la suerte qu' es grela,
fayando y fayando
te largue parao;
cuando estés bien en la vía,
sin rumbo, desesperao;
cuando no tengas ni fe,
ni yerba de ayer
secándose al sol;
cuando rajés los tamangos
buscando ese mango
que te haga morfar...
la indiferencia del mundo
-que es sordo y es mudo-
recién sentirás.

El mate cocido
Frente al común mate cebado (en mate y con bombilla) existe también el denominado mate cocido, hirviendo el agua con yerba mate luego colándolo y sirviendo en tazas, generalmente se le agrega azúcar y también leche; en nuestra niñez algunos trozos de pan duro agregado formaban una sopa que mejoraba el nivel de alimento generalmente en el desayuno y  la merienda
Evaristo Barrios (1889-1959) fue poeta, guitarrista, compositor y cantor argentino, también se sintió payador consciente de que los payadores habían casi concluido su etapa y el tango avanzaba.
Emulando al Fausto de Estanislao del Campo, se dedico a escribir  tal como un gaucho le contaria a otro gaucho, y así tomo los temas de un Buenos Aires que crecía e incorporaba cambios tecnológicos.
Dejo una obra vastísima, 170 temas grabados y doce libros publicados, considero al payador Martín Castro como su guía; el Uruguay fue el lugar donde siempre recalaba y precisamente su fallecimiento se produjo en el país hermano.
Esta hermosa poesía que nos deja como cierre de este humilde trabajo es en homenaje a este poeta tan ligado con el pueblo:

El mate
Milonga
Música: Evaristo Barrios
Letra: Evaristo Barrios
Es el mate el compañero
que nos presta gran servicio,
aunque diga que es un vicio
más de un dotor extranjero.
Si lo prueba es el primero,
que ha de quedarse prendao
y cuando se ha acostumbrao
por las bondades que encierra,
queda el gringo en nuestra tierra
para siempre aquerenciao.

La novia, la gaucha linda
que en un beso dio un "te quiero"
y al gaucho dijo "Te espero"
sonriendo su boca 'e guinda.
Hizo que el hombre se rinda
por su belleza admirao,
después que ella le ha brindao
una promesa de amor
encerrada en el primor
de un cimarrón bien cebao.

El gringo que a trabajar
llega de tierra extranjera
y se acomoda ande quiera
pa' levantar un hogar,
y que sabe respetar
la patria ande hace su nido,
se hizo gaucho cuando vido
el mate tan delicioso,
y de avariento y goloso
inventó el mate cocido.

No le bastó el cimarrón
pa' poderlo saborear,
lo hizo caldo, pa' tomar
el mate con cucharón,
y pa' quedar barrigón
bien satisfecho y pesao,
con sopas de pan cortao
se alimentó en las mañanas.
¡Pa' mí que quedó con ganas
de echarle queso rayao!

Al cortar la trilladora
el rum-rum de la polea
y suspender su tarea
la gente trabajadora
pa' descansar, porque es hora
de darle al cuerpo frescor,
pa' aliviarlo del rigor
con que el trabajo lo abate,
el hombre encuentra en el mate
su compañero mejor.

Y cuando de madrugada
el sol da su luz al cielo
y muestra el verde del suelo
como una alfombra estirada,
y colora la enramada
el resplandor del fogón,
el criollo, guapo varón
que pocos han de igualar,
halla su mejor manjar
en el rico cimarrón.

Lo mismo que en el ranchito,
en la mansión del magnate,
es rey y señor el mate,
nuestro brebaje exquisito.
Decir más no necesito
en esta ponderación,
pues quien le tiene afición
comprende que yo no miento,
pues hasta el abatimiento
quita nuestro cimarrón.

Bibliografía consultada:
MOGLIA, Alejandra – El mate
GREGORUTTI, Hugo – El mate en el tango y versos criollos
PINSON, Néstor – Evaristo Barrios
BENEDETTI, Héctor – Evaristo Barrios
www.todotango.com.ar


Miguel Ángel Viciconte
Vicimigue@hotmail.com

domingo, 17 de marzo de 2013


¡Morocho y argentino!  ¡ Rey de Paris!

Paris deslumbra y convoca a esa aventura,  poder ser “rey de Paris”, pero no todo son rosas, la caída duele y la nostalgia del barrio obliga a la vuelta.

Este tango de Carlos Lenzi pinta con humor y dolor la verdad de la aventura parisina, fue escrito por el autor durante su permanencia en Paris, donde  compartió su amistad con Carlos   Gardel.

Carlos Lenzi fue poeta y autor teatral, nació en Montevideo en 1895 y falleció en Buenos Aires en 1963, su obra más conocida fue el tango “A media luz”, con la música de Edgardo Donato.

Araca París

Tango 1930

Música: Ramón Collazo 

Letra: Carlos Lenzi 

Pianté de Puente Alsina para Montmartre,

que todos me batían, pa m'engrupir:

"Tenés la pinta criolla p'acomodarte

con la franchuta vieja que va al dancing...

¿Qué hacés en Buenos Aires? ¡No seas otario!

Amurá esas milongas del Tabarís...

Con tres cortes de tango sos millonario...

¡Morocho y argentino! ¡Rey de París!"

 

¡Araca París!

¡Salute París!

Rajá de Montmartre,

piantate, infeliz.

Si vas a París

no vas a morfar:

no hay minas otarias

y hay que laburar.

Volvete p'al barrio

y tendrás milongas;

milongas diqueras

que saben amar.

¡Araca París!

¡Salute París!

Rajá de Montmartre;

piantate, infeliz.

 

Agarré tren de lujo, loco'e contento:

—bon soir, petite je t'aime, tu es mon cocó—

con una gorda tuerta con mucho vento

que no me dio ni medio y me amuró...

Tiré la bronca y, guapo, por darme corte,

un tortazo en la ñata se le incrustó:

comisaría, jueces y un pasaporte ...

y terminó mi historia de gigoló.

 

Y para asumir con más dolor la aventura frustrada y ya sin retorno, donde la nostalgia del Buenos Aires se manifiesta en todo su sentir, el gran poeta que fue Enrique Cadicamo, la vuelca en estos versos :

 

Anclao en París

Tango 1931

Música: Guillermo Barbieri

Letra: Enrique Cadícamo

Tirao por la vida de errante bohemio

estoy, Buenos Aires, anclao en París.

Cubierto de males, bandeado de apremio,

te evoco desde este lejano país.

Contemplo la nieve que cae blandamente

desde mi ventana, que da al bulevar

las luces rojizas, con tono muriente,

parecen pupilas de extraño mirar.

Lejano Buenos Aires ¡qué lindo que has de estar!

Ya van para diez años que me viste zarpar...

Aquí, en este Montmartre, fobourg sentimental,

yo siento que el recuerdo me clava su puñal.

¡Cómo habrá cambiado tu calle Corrientes..!

¡Suipacha, Esmeralda, tu mismo arrabal..!

Alguien me ha contado que estás floreciente

y un juego de calles se da en diagonal...

¡No sabes las ganas que tengo de verte!

Aquí estoy varado, sin plata y sin fe...

¡Quién sabe una noche me encane la muerte

y, chau Buenos Aires, no te vuelva a ver!

 

 

Porque el tango en Paris?:

Las farras, la noche, el lujo, el champan es la carnada que atrapa a tantos hombres y tantas mujeres, Paris deslumbra y el tango deslumbra a Paris, el condimento justo para la gran aventura a principios del siglo XX.

Esplendoroso comienzo que solo sufre un impasse cuando ocurre la trágica gran guerra o primera guerra mundial y luego el retorno, Francia espera y nuevamente el tango deslumbra y enriquece el mundo de la música,  el baile y sus letras.

1905 se radica en Paris Alberto López Buchardo, músico y pintor,  que a  más de dedicarse a perfeccionar su técnica pictórica se dedico a interpretar tangos. Tuvo su presencia en el cabaret El garrón y también compartió su arte con Ricardo Guiraldes.

Casimiro Ain “El vasquito”: “Aprendió a bailar desde chico al ritmo de los organitos que por las calles volcaban la música del tango, participo como bailarín en el circo del payaso ingles Frank Brown, su espíritu aventurero lo llevo a Europa en un buque de carga en 1903, a su regreso se presenta junto con su esposa en los teatros porteños.

Su participación durante  los festejos del centenario de la Revolución de Mayo lo catapultan al éxito, viajando posteriormente a Francia con la orquesta típica del bandoneonista Vicente Loduca, debutando en 1913 en el cabaret “El Garrón”

Posteriormente viajo a Nueva York y luego de retornar a Argentina, viajo nuevamente a Paris donde gano  el “Campeonato mundial de danzas modernas”,  posteriormente recorrió Europa con su pareja de baile, la alemana Edith Peggy.

El éxito como bailarín de tango en Europa fue arrollador, habiéndose logrado destacar en la sociedad europea y siempre ha quedado en la duda si el famoso bailarín argentino Ovidio Bianquet “El Cachafaz” fue mejor o no que el, pero si se ha reconocido la superioridad de Ain en el éxito y la popularidad en Europa” (extractado del trabajo del autor  Los vascos su aporte al tango y algo mas” www.haciaeltango.blogspot.com)

En 1906 la Fragata Sarmiento llega a Francia y se dice que llevo una importante cantidad de partituras de “La morocha” de Ángel Villoldo

En 1907 el tango comenzó a destacarse en Paris, en ese año la empresa Gath y Chaves envió a Alfredo Gobbi, su esposa Flora Rodriguez y a Ángel Villoldo (considerado el padre del tango) a grabar algunos discos de tango (El choclo y La morocha) y también a  hacer presentaciones.

Este desarrollo tanguero en Francia, convoco a varios bailarines de tango que comenzaron a desplegar sus dotes impactando en el público francés, algunos personajes famosos de la sociedad porteña como Ricardo Guiraldes (autor de Don Segundo sombra) también lucieron sus conocimientos de baile. El reconocimiento a Guiraldes como bailarín llega de la pluma de Ulises Petit de Murat con su obra “Bailate un tango Ricardo” con la música de Juan D Arienzo.

En 1911 la célebre bailarina francesa Mistinguette aporta su arte al tango llevando sus presentaciones al ambiente teatral.

Las publicaciones de la época expresaban que “el tango se bailaba en Paris en los salones aristocráticos por la señoras distinguidas y los caballeros más elegantes”

Ya comienza a conocerse más el tango en Francia y también referencias de su origen, que algunos lo consideran prostibulario, esto genera una polémica en cuanto a su aceptación o no, no obstante el avance del tango es arrollador.

Frente a las críticas al tango, el poeta y académico francés Jean Richepin lleva su defensa a debatirla en la Academia de Francia, la gran repercusión que tuvo término legitimándolo.

En nuestro país el tango aun se encontraba encerrado en su ambiente arrabalero, tal vez fue necesario este aval que venía de Francia para abrirle las puertas y  triunfa  en el resto de la sociedad.

El auge del tango en Paris tiene un freno al comenzar la primera guerra y hasta su finalización (1914-1918) este impasse no anulo su fuerza y nuevamente retorna a Francia y también a otros países europeos.

Las musas francesas:

Tantas mujeres hermosas, tantas historias de amor, algunas trágicas, van identificando esas musas inspiradoras de las  letras que enriquecieron la poética tanguera:

Griseta es un hermoso tango cuya letra pertenece a José González Castillo y la música a Enrique Delfino, fue estrenado en 1924 por el tenor Raúl Laborde y posteriormente fue grabado por Carlos Gardel, Ignacio Corsini, Roberto Rufino, Roberto Goyeneche “El polaco” y Edmundo Rivero, entre otros.

En francés se les denominaba “grisette” a las obreras de los talleres de costura y bordado, por el color de su uniforme; el personaje de este tango era una obrera francesa, que siendo “la flor de Paris, un sueño de novela trajo al arrabal”, en sus versos se la  va comparando con personajes de novelas francesas del siglo XIX  en cuanto a su trágica vida:

 

GRISETA

Mezcla rara de Museta y de Mimí

 con caricias de Rodolfo y de Schaunard, (1)

 era la flor de París

 que un sueño de novela trajo al arrabal…

 Y en el loco divagar del cabaret,

 al arrullo de algún tango compadrón,

 alentaba una ilusión:

 soñaba con Des Grieux,

 quería ser Manon. (2)

 

Francesita,

 que trajiste, pizpireta,

 sentimental y coqueta

 la poesía del quartier, (3)

 ¿quién diría

 que tu poema de griseta

 sólo una estrofa tendría:

 la silenciosa agonía

 de Margarita Gauthier? (4)

 

Mas la fría sordidez del arrabal,

agostando la pureza de su fe,

 sin hallar a su Duval, (5)

 secó su corazón lo mismo que un muguet. (6)

 Y una noche de champán y de cocó, (7)

 al arrullo funeral de un bandoneón,

 pobrecita, se durmió,

 lo mismo que Mimí,

 lo mismo que Manón. (8)

(1) Menciona a los personajes de la novela “Scènes de la vie de Bohème” de Henri Murger (1822-1861), sobre la que se hizo la famosa ópera de Puccini “La boheme”. Musetta y Mimí son dos costureritas que viven apasionados romances al igual que Rodolfo, amante de Mimí,y Schaunard, un músico.

 (2) Aquí menciona a los personajes de la novela “Les Aventures du Chevalier Des Grieux et de Manon Lescaut” del abad Antoine François Prévost d’Exiles (1697-1763), mejor conocido como Abate Prévost. Aquí Des Grieux es amante de Manon, quien muere hacia el final de la novela.

(3) “Barrio”, en buen francés.

 (4) Margarita Gauthier es el personaje central de la novela “La dama de las camelias” de Alejandro Dumas (h) (1824-1895), quien también muere tristemente víctima de la tuberculosis.

 (5) Armand Duval es el amante de Margarita Gauthier en la novela de Dumas.

(6) El muguet es un arreglo floral típico de Francia con la que se estila adornar la ciudad los primeros de mayo. Son unas campanillas blancas que se marchitan en poco tiempo.

(7) Champán y cocaína

(8) Se vuelve a mencionar a los personajes de “Scènes de la vie de Bohème” y “Manon Lescaut” respectivamente, ambas con un final trágico.

(extraído de www.blogsdelagente.com)

Otras jóvenes francesas también se sintieron deslumbradas por el tango y se enamoraron, y aunque no necesariamente culminaron en su vida trágicamente como Griseta, sus sueños se evaporaron y se quedaron en la soledad lejos de su país; de la inspiración de Enrique Cadicamo surgen los conocidos versos de:

Madame Ivonne

Tango 1933

Música: Eduardo Pereyra

Letra: Enrique Cadícamo

Mamuasel Ivonne era una pebeta

que en el barrio posta de viejo Montmartre,

con su pinta brava de alegre griseta

animó la fiesta de Les Quatre Arts.

Era la papusa del barrio latino

que supo a los puntos del verso inspirar...

Pero fue que un día llego un argentino

y a la francesita la hizo suspirar.

 

Madame Ivonne,

la Cruz del Sur fue como el signo,

Madame Ivonne,

fue como el signo de tu suerte...

Alondra gris,

tu dolor me conmueve,

tu pena es de nieve...

Madame Ivonne...

 

Han pasado diez años que zarpó de Francia,

Mamuasel Ivonne hoy solo es Madam...

La que va a ver que todo quedó en la distancia

con ojos muy tristes bebe su champán.

Ya no es la papusa del Barrio Latino,

ya no es la mistonga florcita de lis,

ya nada le queda... Ni aquel argentino

que entre tango y mate la alzó de París

 

En 1920 viaja a Paris Eduardo Arolas - el tigre del bandoneón - bandoneonista, director y compositor de tangos, fue sin duda uno de los músicos mas destacados y quien contribuyo en gran parte a la difusión del tango en Paris, a pesar de muerte prematura a los 32 años, de su etapa parisina ha dejado: Comme il faut, Place Pigall, El Marne entre otras famosas obras.

La presencia de Carlos Gardel en Francia merece un desarrollo propio, dado que no solo fue uno de los exponentes más importantes del tango en Paris, sino que su presencia sirvió también para incursionar en el cine, contando con la colaboración de Alfredo Lepera en las  letras de sus tangos y en los guiones de las películas.

El gran poeta de tango que fue Enrique Cadicamo también fue uno de los referentes más importantes de la presencia del tango en Paris, fue precisamente allí donde conoció a Carlos Gardel, en el emblemático cabaret “El Garrón”. Cadicamo fue el autor al que Gardel le grabo mas tangos.

Cabaret ”El garrón”:

En 1920 llega a Francia Manuel Pizarro, con su bandoneón se transformo en un gran embajador del Tango argentino,  en Paris, con su conjunto actuó en el cabaret Princesse                 posteriormente de acuerdo con el propietario y ya a cargo del cabaret lo rebautizo con el nombre de “El Garrón”

La inauguración del cabaret con su nuevo nombre, se realizo  en diciembre de 1920, estuvieron presentes: Marcelo T. de Alvear (diplomático y futuro presidente argentino), Mauirice Chevalier, Mistinguette, Rodolfo Valentino y muchos famosos.

En esa oportunidad Pizarro y sus músicos tocaron, La morocha, El choclo y Derecho Viejo, el éxito  fue total y el tango argentino fue victoriado por el público.

En este mítico cabaret parisino recalaron casi todos los referentes del tango de esa época.

Un Paris con una gran colonia de argentinos de todos los estilos, cantores, músicos y poetas, bohemios y los jóvenes de la sociedad porteña, todos ávidos de fiestas, música y diversión encontraron en El Garrón su refugio tanguero.

Pasaron por El Garrón entre otros muchos famosos: Carlos Gardel, el Vasco Ain  quien exhibió sus dotes de bailarín en este lugar y un desconocido japonés que se deleitaba con los pasos de baile: el Baron Megata

En 1920 el barón Tsunayoshi Megata, llega a París a fin de realizarse una operación en el rostro. Posteriormente de visita al cabaret El Garrón, queda fascinado por el tango y aprende a bailarlo hasta ser un verdadero bailarín de tango.

Cuando retorna a Japón en 1926, lleva una importante cantidad de grabaciones de tango e incluso abre una academia para aprender a bailar el tango gratuitamente. Este personaje fue uno de los adelantados a la llegada del tango a Japón, transformándose  en un éxito resonante.

En su reconocimiento Luis Alposta, luego de haber realizado una visita a Japón e interiorizado de su vida, escribió la letra del tango en su homenaje, cuya música fue compuesta por Edmundo Rivero:

 

A lo Megata

Tango

Música: Edmundo Rivero

Letra: Luis Alposta

 

El barón Megata, en el año veinte,

se tomaba el buque con rumbo a París,

y allí, entre los tangos y el "dolce far niente",

el japonesito se hizo bailarín.

Flaco y bien plantado. Pinta milonguera.

De empilche a lo duque, aun siendo barón.

Bailó con Pizarro, y una primavera

empacó los discos y volvió a Japón.

 

Y así llevó el tango

a tierra nipona,

donde gratarola

lo enseñó a bailar.

Cuentan que Megata

no cobraba un mango,

por amor al tango

y por ser bacán.

 

No sólo enseñaba cortes y quebradas,

también daba clases de hombría de bien;

junaba de noches y de madrugadas,

piloteaba aviones y más de un beguén.

Y tal vez ahora, que está aquí presente,

mientras una Sony nos pasa "Chiqué",

alguien, allá en Tokio, elegantemente,

baile a lo Megata sin saber quién fue.

 

 Las milonguitas afranchutadas:

Mientras tanto, en nuestro país, las milonguitas no aceptan su destino y algunas copian el estilo de lo que imaginan, ser francesas o al menos mostrarse como tales:

Che papusa oí!

Tango 1927

Música: Gerardo Matos Rodríguez

Letra: Enrique Cadícamo

……………………………………………………

Milonguerita linda, papusa y breva,

con ojos picarescos de pippermint,

de parla afranchutada, pinta maleva                                

y boca pecadora color carmín,

engrupen tus alhajas en la milonga

con regio faroleo brillanteril

y al bailar esos tangos de meta y ponga

volvés otario al vivo y al rana gil.

 

Muñeca brava

Tango 1929

Música: Luis Visca

Letra: Enrique Cadícamo

Che madam que parlas en francés

y tirás ventolín a dos manos,               

que escabiás copetín bien frapé

y tenés gigoló bién bacán...

………………………………………….

Excelente y recordada actuación teatral  de Tita Merello –“Tita de Buenos Aires”:

Ahora te llaman Lulu

 (milonga)

Letra : Rodolfo Manuel Taboada

Música: Mariano Mores 

………………………………………………

Hoy sos Lulú de Montparnasse,

La del Trianón y el Palais de Glace.

Chamuyás cuatro macanas en francés

Y paseás con un perrito pekinés.

Hoy sos cocó y sos vedette,

Hoy tenés poses de midinette.

Pero ese grupo es pa´ los otarios,

Pa´ mí sos la flor del barrio,

Sos el recuerdo y el dulce hechizo

Del que fue tu primer amor.

 

 Las musas argentinas:

En este ida y vuelta entre Argentina y Francia, algunas jóvenes argentina también se sintieron deslumbradas por la ciudad luz, algunas fueron y volvieron otras se quedaron y algunas murieron en ese Paris que termino siendo su tumba.

 La temática tanguera ha expresado todas estas situaciones y los letristas volcaron  su poesía  lograda por la inspiración de esas musas que tan generosamente se les brindaron.

La que murió en París

Tango - 1930

Letra: Héctor Pedro Blomberg. –

 Música: Enrique Maciel.

 

Yo sé que aún te acuerdas del barrio perdido,

de aquel Buenos Aires que nos vio partir,

que en tus labios fríos aun tiemblan los tangos

que en París cantabas antes de morir.

La lluvia de otoño mojó los castaños,

pero ya no estabas en el bulevar.

Muchachita criolla de los ojos negros,

tus labios dormidos ya no han de cantar.

 

Siempre te están esperando

allá en el barrio feliz.

Pero siempre está nevando

sobre tu sueño en Paris.

Paloma, cómo tosías

aquel invierno, al llegar...

Como un tango te morías

en el frío bulevar.

 

Envuelta en mi poncho temblabas de frío

mirando la nieve caer sin cesar.

Buscabas mis manos cantando en tu fiebre

el tango que siempre me hacía llorar.

Me hablabas del barrio que ya no verías,

de nuestros amores y de un carnaval...

Y yo te miraba... Paris y la nieve

te estaban matando, flor de mi arrabal.

 

Y así una noche te fuiste

por el frío bulevar,

como un tango viejo y triste

que ya nadie ha de cantar.

Siempre te están esperando

allá en el barrio feliz,

pero siempre está nevando

sobre tu sueño, en Paris...

Lo estrenó Ignacio Corsini, quien lo grabó en diciembre de 1930 con las guitarras de Pagés, Pesoa y Maciel. Después lo registraron reconocidos intérpretes (hermosa la grabación de Rubén Juárez)

 

A pesar de todo Paris se sigue añorando y el recuerdo juvenil  llega en la voz de esa pregonera:

Pregonera

Tango 1945

Música: Alfredo De Angelis 

Letra: José Rótulo 

Princesita rubia de marfil

dueña de mi sueño juvenil,

la que pregonando flores

un día de abril,

recuerdo por las calles de París.

Una rosa roja para usted,

roja como el ansia de querer,

rosas y claveles blancos,

blancos de ilusión

y sigue la princesa su pregón.

 

Un cariño y un clavel

para el ojal, para el querer.

El clavel es de ilusión,

mi corazón rojo punzó.

Y la tarde fue muriendo,

y el pregón me va siguiendo.

Un cariñito y un clavel,

sólo el clavel, lo que quedó.

 

Princesita rubia de marfil,

dónde fue tu risa tan sutil,

junto con tus flores muertas

muere mi ilusión.

Y escucho el eco tenue de tu voz.

Es como un susurro sin cesar,

que va despertando mi ansiedad,

es mi fantasía loca

que vuelve a soñar.

De nuevo soy feliz con tu cantar.

 

José Rotulo, nació en Uruguay en 1905 y falleció en Buenos Aires en 1965  autor entre otras de: Mimi Pinson, Pregonera, Muñequita de Paris, Adiós Paris…esta última obra nos despide de la aventura parisina y de vuelta al terruño:

Adiós París

Tango

Música: Graciano Gómez

Letra: José Rótulo

¡Adiós París... chau mi París!

Quiero volver a mi Argentina.

Quiero poder acariciar un día

tantos recuerdos que dejé por vos.

……………………………………………………..

Bibliografía consultada:



Roberto Selles – www.lptango.com.ar

Roberto Selles -  www.tangoreprter.com

Eduardo Aldiser – www.argentinatango.es



 

Miguel Ángel Viciconte