miércoles, 31 de octubre de 2012


“nostalgia del barrilete”

 

El barrilete y el niño

 

El barrilete y el niño se han considerado como una relación muy especial: pasatiempo, juguete y amigo.

Raúl González Tuñón (1905-1974) poeta y periodista, fue uno de los iniciadores de la poesía social de la argentina, gran viajero supo volcar en sus obras estas  cuestiones de los lugares que visito.

De su inspiración, nos ha dejado esta hermosa poesía

 

El barrilete con forma de estrella

Se escapó de repente como un sueño

de la mano de un niño, y éste, bajo

la opaca luz de otoño, levemente

le dijo adiós con la frustrada mano.

 

Quiso volar el proletario Ícaro

de papel pobre y manoseada piola

y allá quedó enredado en la azotea

entre un alado susto de palomas.

 

Como estaba tan solo y era apenas

una metáfora del perdido cielo

vino un cometa y lo llevó consigo

hacia la Calle de la Luna, lejos.

 

Pero el alma sutil del evadido

en fugitiva nube regresando,

se introdujo en el niño para siempre.

Y ahora siempre estará, siempre volando,

su corazón de barrilete.

 

Esta última estrofa indica una relación “simbiótica” del niño con “el alma sutil del evadido”, la poesía se permite establecer  esta estrecha relación que en otras épocas ha tenido un sentido de gran valor y que tímidamente pareciera que tiende a renacer.

 

Historia del barrilete

 Este objeto que ha acompañado a los niños, tiene un origen un tanto incierto, aunque existen antecedentes de haber sido remontados en China y el archipiélago de Malasia casi 3000 años antes. Un general chino había utilizado un barrilete sobre una ciudad sitiada para calcular distancias lo que le permitió adoptar acciones militares logrando la victoria.

Desde China y a través de las distintas rutas comerciales la existencia del barrilete llego a Corea, India y Japón, en este país se lo utilizaba como figuras mágicas para ahuyentar los malos espíritus; a partir de 1600 el barrilete se popularizo en Japón, aunque hubo intentos de desalentar este pasatiempo porque se aducía que la gente descuidaba el trabajo.

Ya en el siglo XV se conocía la existencia del barrilete en la India. En Micronesia según narraciones se pescaba utilizando el barrilete.

Las historias sobre los barriletes llegaron a Europa a través de Marco Polo, pero su introducción se debe a los marinos holandeses por sus relaciones con Malasia.

Los hombres de ciencia utilizaron el barrilete para sus  trabajos de investigación, incluso fueron utilizados como contribución al desarrollo de la aviación.

En nuestros tiempos el barrilete se utiliza como elemento de recreación y un pasatiempo, también como deporte, y en todas las edades.

 

El barrilete como juego artesanal en la niñez

 

El barrilete no solo acompaña la niñez como un juego sino que además motiva un desafío de creación propia, totalmente  artesanal.

 Al llegar la primavera, con sus vientos aptos para remontar barriletes, comenzaba la actividad de construirlos y llevarlos al cielo, en una competencia que requería de todos nuestros sentidos.

Se construían con cañas, papel (de diario), engrudo ( harina y agua), tiras de tela (para la cola), hilo (el más preciado tesoro, no siempre se podía comprar, juntábamos y añadíamos hilos durante el año) . Preparábamos un armazón de cañas, cortadas en varillas, atadas fuertemente en el centro; con dos cañas era el más simple, un rectángulo – la tarasca -  con mas cañas  hacíamos una bomba, una estrella. El  perímetro se unía con un hilo, bien fuerte, simétricamente y estaba la estructura armada.

El papel se colocaba dejando un borde al exterior que se doblaba sobre el hilo y se pegaba con el engrudo, previamente se unían papeles para cubrir toda la superficie. Desde atrás se pegaban tiritas de papel sobre la caña y pegadas al papel para evitar los movimientos bruscos en la altura que podían romperlo.

Si el perímetro  se unía con hilos intercalando las cañas, permitía que el colocar el papel se hiciera respetando la forma de una estrella.

Al papel se le agregaba exteriormente una tira de papel de algunos centímetros que se cortaba casi hasta el final armando flecos, estos al volar el barrilete le daban  un efecto de movimientos y sonido que lo embellecía.

Los tiros eran  tres hilos que se unían desde dos cañas y del centro a una distancia que permitiera  atar el hilo del ovillo que le daría la posibilidad de elevarse. Quien más hilo tenia mas se lucia, era todo un desafío.

Hacia abajo se colocaba la cola, un  hilo que se ataba desde dos cañas de abajo permitía atar ese elemento que se armaba atando telas, trapos y que permitía la estabilidad del barrilete, si la cola era corta el barrilete “coleaba” es decir giraba sobre sí mismo y caía.

Cuando apareció el  papel de barrilete, los hermosos colores y su característica de ser fácil de utilizar para la confección, daba la posibilidad de armar figuras, casi siempre , las del club de futbol, y esto era una  nueva forma de diferenciarse y competir sanamente, claro que no todos tenían acceso a este gasto y adelante con el papel de diario.

Y Ahora a remontarlo, alguien lo sostenía por las cañas desde atrás y el “piloto” se alejaba a una distancia prudente, con buen viento, desde atrás el solo soltarlo y comenzar la compleja tarea de tirar del hilo y aflojarlo  permitía que se elevara, a veces con menos viento era necesario desplazarse hacia atrás casi corriendo y hacer las maniobras del caso.

Cuando el barrilete ya se sostenía en el aire por sí  mismo, solo había que darle hilo y tirar cada tanto para evitar una posible caída, a mas altura la cosa ya estaba resuelta, claro que el viento actuaba por sí mismo y había que estar atento para decidir si convenía elevarlo o bajarlo.

Toda una actividad compleja, que requería,  atención, decisión y estar expuesto a reveses sin desanimarse y comenzar de nuevo, a veces la caída significaba reparar el barrilete por roturas del papel (que se emparchaba) o por cortes del hilo del armazón o de  alguna caña, esto ya nos sacaba de la cancha y a veces significaba hacer todo de nuevo.

Y lo más importante no se necesitaba carnet de conductor, ni  había limites para la edad, todos podíamos.

Hoy las nuevas técnicas constructivas nos ofrecen barriletes que se adquieren, con materiales más novedosos, estructuras con volumen, con colores llamativos, semejando figuras, a veces de pájaros, en las playas es común ver estos barriletes, que se venden en el lugar y se aprovecha el viento del mar que permite remontarlos rápidamente.

 

Simbología de una niñez pobre y carenciada

 

Los niños pobres tenían pocas oportunidades de acceder a juegos o pasatiempos, salvo lo que le permitían sus propias inquietudes, creatividad  y posibilidades.

 Esta etapa en la vida de un niño pobre ha sido  tomada  por  Antonio Berni el gran pintor, ilustrador y grabador argentino nacido en Rosario, Santa Fe  en 1905 y fallecido en 1981.

La época que le toco vivir a Berni fue representada a través de sus obras con un gran carga de sentido social , entre sus personajes famosos se encuentran Juanito Laguna y Ramona Montiel, estos representan la clase pobre, habitantes de la villa, aunque ambos personajes de características distintas.

Juanito Laguna es lo que se conoce como ciruja, su padre un obrero, Berni ha representado en Juanito a todos los niños del mundo, niños pobres pero no pobres niños.

Berni expreso que había creado a Juanito Laguna como “un símbolo para despertar la conciencia de la gente…”

Esta  genial creación de Berni, también sirvió de inspiración a autores y compositores que volcaron su talento en hermosos poemas y canciones.

Hamlet Lima Quintana ha llevado  a la poesía la emblemática obra de Berni, sobre Juanito Laguna remontando su barrilete y con la música de  René Cosentino, nos han dejado:

Juanito Laguna remonta un barrilete

Si Juanito Laguna llega a la nube

 es el viento que viene, lo ama y lo sube,

 es el nombre Juanito en la cañada

 es el nombre Laguna, casi no es nada.

 

Corazones de trapo sueñan la cola.

 Palomita torcaza su cara sola,

 si Juanito Laguna sube y se queda

 es, tal vez, porque puede,

 puede que pueda.

 

¡Ay! Juanito Laguna

 Volará el barrilete con tu fortuna.

 

Con el viento la caña silba una huella

 y la huella se pierde, Juanito en ella.

 Si Juanito Laguna le presta un sueño

 es el canto que sube hasta su dueño.

 Es un ojo en el aire, es carta y sobre:

 Barrilete Laguna, Juanito Pobre.

 Si Juanito Laguna sueña conmigo

 volveré en barrilete para mi amigo.

 

El tango referencia al barrilete

 

El tango no ha estado ajeno en sus poesías a los sentimientos que encuentran en el barrilete el elemento para expresarse.

Reynaldo  Yiso  (1915-1978) fue  autor de una gran cantidad de tangos, algunos como “El bazar de los juguetes” y “El sueño del pibe” con una alta carga de emotividad y cuyo personaje central es un niño

Esta temática  también va de la mano con el tango “Cuatro líneas para el cielo”, donde la inocencia de un niño imaginan al barrilete que va hacia el cielo a llevarle una carta  a su mama…

      

Cuatro líneas para el cielo

Tango 1949

Música: Arturo Gallucci

Letra: Reinaldo Yiso

 

Llevando a un muchachito sujeto de la mano

se presentó al sargento que estaba de facción.

"El mundo está perdido", le dijo entre asombrado,

"apenas siete años, tan chico y ya ladrón".

El pibe mientras tanto lloraba amargamente.

"¿Y qué es lo que ha robado?", dijo la autoridad.

"Robó un ovillo de hilo", le respondió el librero,

"a todos estos pillos debieran encerrar".

 

Señor, yo no lo niego.

Es cierto que he robado,

me faltaba tan poco

para poder llegar

con este barrilete

hasta el azul del cielo,

allí donde se ha ido

ayer nomás mamá...

 

¿No ve que hay una carta

pegada al barrilete?

No me alcanzaba el hilo,

fue verlo... y qué sé yo.

No lo pensé dos veces,

me sorprendió el librero,

le juro mi sargento

por eso fui ladrón.

 

Si han de llevarme preso, lo siento por mi madre,

por esta pobre carta que nunca ha de llegar.

En ella le pregunto por qué se fue tan lejos

dejándonos tan solos a mí y a mi papá...

Sin pronunciar palabra lo acarició el sargento

y entonces el librero, con ganas de llorar,

poniendo entre sus manos aquel ovillo de hilo,

"¡Ahora sí!", le dijo, "¡Tu carta va a llegar!"

 

La gran autora que fue Eladia Blázquez – (autora, compositora y cantante -  1931-2005) se destaca por obras conocidas y de gran valor como “Mi ciudad y mi gente”, “El corazón al sur” y “Honrar la vida”

Comenzó su incursión en el tango precisamente con “Sueño de barrilete”. Su primer disco de tangos, donde canta sus propias canciones es de 1970, incluye este hermoso tango, que ya tendría varios años de su autoría.

La frustración de quien ha vivido soñando ideales, choca contra una realidad que le hace ver algo distinto a ese barrilete que imagino ser y  que como el, podría tener la altura que le diera su ideal:

Sueño de barrilete

Tango

Música y letra:  Eladia Blázquez

 

Desde chico ya tenía en el mirar

esa loca fantasía de soñar,

fue mi sueño de purrete

ser igual que un barrilete

que elevándose entre nubes

con un viento de esperanza, sube y sube.

Y crecí en ese mundo de ilusión,

y escuché sólo a mi propio corazón,

mas la vida no es juguete

y el lirismo en un billete sin valor.

 

Yo quise ser un barrilete

buscando altura en mi ideal,

tratando de explicarme que la vida es algo más

que darlo todo por comida.

Y he sido igual que un barrilete,

al que un mal viento puso fin,

no sé si me falló la fe, la voluntad,

o acaso fue que me faltó piolín.

 

En amores sólo tuve decepción,

regalé por no vender mi corazón,

hice versos olvidando

que la vida es sólo prosa dolorida

que va ahogando lo mejor

y abriendo heridas, ¡ay!, la vida.

Hoy me aterra este cansancio sin final,

hice trizas mi sonrisa de cristal,

cuando miro un barrilete

me pregunto: ¿aquel purrete donde está?

 

Integrador de la familia en la naturaleza

 

Los avances tecnológicos pareciera que  han desplazado  las actividades que en otras épocas los niños realizaban.

 La computadora, los videojuegos, el celular, se han incorporado como los nuevos juguetes y pasatiempos de los niños y han logrado una nueva estimulación y desarrollo de otras habilidades.

 Mas allá de la importancia de estas nuevas tecnologías el sentido de socialización sigue vigente en aquellas actividades reales y no en las relaciones virtuales.

Las posibilidades de ir a la plaza o al parque a jugar a la pelota, otras actividades y tal vez remontar el barrilete, si es de propia creación, estimula la creatividad y la socialización, sin ser necesariamente competitivas con las actividades informáticas, si complementándose  para lograr un equilibrio necesario.

Quienes hemos vuelto al barrilete, lo logramos gracias a que podemos incorporarnos con nuestros hijos y luego nuestros nietos; volvemos a la infancia y transmitimos lo que hemos vivido y sentir que lo  que hacemos tenga  que ver con la vida en la naturaleza.

Tal vez unos de los logros más importantes de esta posibilidad que nos brinda el barrilete sea el unir a la familia, que en nuestros tiempos a veces suena algo utópico,  y esto  gracias a nuestro querido amigo volador.

 

Miguel Angel Viciconte

vicimigue@hotmail.com

 

Bibliografía consultada:

CARABAJAL, Teresita – La Gaceta de Tucuman





 

 

 

 

 

 

miércoles, 24 de octubre de 2012


Tu cuna fue un conventillo...”
 
El conventillo
Se designaba con ese nombre, derivado de una expresión irónica española (convento como prostíbulo), a una casa que en sus comienzos  alquilaba cuartos a inmigrantes. También se conocía como inquilinato.
Pascual Contursi, autor de la letra de Mi noche triste, que en la voz de Carlos Gardel, dio nacimiento al tango canción en 1917, vuelca su poesía en Bandoneón Arrabalero, donde rescata el conventillo como convento.
Bandoneón arrabalero
Letra: Pascual Contursi
Música: Juan B. Deambroggio
Año: 1928
Bandoneón arrabalero,
viejo fueye desinflado...!
Te encontré como a un pebete
que su madre abandonó
en la puerta de un convento
sin revoque en las paredes,
a la luz de un farolito
que de noche te alumbró.
………………………………..
 
 
Preámbulo de la Constitución de la Nación  Argentina;
“…promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar este suelo argentino…”
Habitantes del conventillo
El proyecto de expansión agropecuaria de nuestro país hacia los mercados europeos, fundamentalmente, requería de mano de obra para cumplir el objetivo, en tal sentido se realizo la apertura inmigratoria.
Los adelantos industriales que estaban vigentes en Europa generaron una expulsión de mano de obra mayormente en el sector agropecuario, esta situación a más de conflictos sociales, políticos, guerras y situaciones de pobreza en algunos sectores, crearon las condiciones para atender los requerimientos de nuestro país.
En un principio se aspiraba a una inmigración anglosajona, incluso llegaron algunos pequeños grupos de ingleses, galeses, alemanes y suizos, pero en realidad el gran aluvión inmigratorio llego de Italia y España, desde fines del siglo XIX.
A partir de la Constitución Nacional y a través de leyes de promoción y fomento de la inmigración, se intento dar un marco a este proceso, no obstante la falta de acceso a la tierra fue una de las dificultades de estos inmigrantes, como excepción se crearon algunas colonias en el litoral: Entre Ríos y Santa Fe – la denominada pampa gringa – y también colonias galesas en la Patagonia
 
En Buenos Aires y como consecuencia del fenómeno  inmigratorio, en una ciudad apenas preparada para un cambio de tal magnitud, nació el conventillo, previamente los recién llegados se habían instalado en el  hotel de Inmigrantes.
Fue en la zona, cercana al puerto de Buenos Aires, el sitio más propicio para que se instalaran los inmigrantes.
A mas de los inmigrantes comenzaron a llegar a la ciudad los habitantes de la campaña, desplazados por los cambios que se habían producido en el sector agropecuario –alambrados, maquinaria agrícola - el gaucho de a pie recala en estos lugares y busca su lugar de trabajo en los saladeros, corrales, frigoríficos.
El conventillo conforma el lugar de encuentro entre el inmigrante y el gaucho, espacio que va definiendo  un cambio cultural y  una nueva etapa en la Argentina.
Al quedar abandonados los caserones del sur de la ciudad a raíz de las epidemias de fiebre amarilla y de cólera, muchas familias se albergaron en esas enormes casas, con un patio central y donde compartían la vida cotidiana. Por lo tanto, San Telmo, Montserrat, San Cristóbal fueron los primeros refugios.
En general, había un patio central alrededor del cual se levantaba una doble fila de habitaciones en la planta baja y en uno o dos pisos superiores. En cada habitación, que carecía de ventanas vivía una familia. o un grupo de hombres solos. Los servicios (cocina, baños) eran de uso  común para todos los inquilinos, los baños eran escasos  así como las canillas para proveerse  de agua la cual provenía de pozos y al no haber cloacas , era bastante común que los inquilinos se contagiaran diversas enfermedades. Las condiciones sanitarias se agravaban producto del hacinamiento.
Muchas veces los  conventillos se  constituían  en  casas residenciales en vecindarios que habían descendido de categoría social.
En Argentina (y también en Uruguay) fue el primer hogar de muchos inmigrantes recién llegados al país. En él se mezclaba gente de todos los idiomas y nacionalidades, principalmente españoles, italianos, judíos y árabes, expresando una diversidad cultural y dándole el perfil cosmopolita a la Ciudad de Buenos Aires
Los especuladores, a su turno, no tardaron en acondicionar vetustos edificios de la época colonial o en hacer construir precarios alojamientos para esta demanda poco exigente y ansiosa por obtener, mal o bien, su techo.
 La improvisación, el hacinamiento, la falta de servicios sanitarios y la pobreza sin demasiada esperanza dieron marco al nacimiento del conventillo.
Cada familia cocinaba según sus propios gustos: los piamonteses y genoveses comían legumbres crudas, queso y pan -los asturianos y gallegos comían tocino y pan- y los criollos comían puchero.
En cada cuarto había un calentador a alcohol o aceite que se colocaba en la puerta para que los olores fueran al patio. Si la pieza estaba en la galería superior, se lo ubicaba en el pasillo, lo cual generaba grandes discusiones por obstruir el paso.  
Lugar de convivencia de personas, de lenguas e idiosincrasias diversas, también fue sede de reclamos comunes y de sociabilidad. Allí se forjaban nuevas familias y, a veces, ocurrían dramas pasionales.
El poeta y escritor Orlando Mario Punzi nos ha dejado una hermosa poesía: “El conventillo”, en sus estrofas nos muestra, con la fuerza que  lo destaca, los habitantes del conventillo; son dignos de destacar los últimos versos que tienen una definición de una claridad asombrosa:
……………………………………
colmena, nudo gordiano
de cien insólitas vidas,
club de las patrias perdidas,
reópolis nacional,
y auténtica sucursal
de las Naciones Unidas.
 
Estos habitantes del conventillo transitan una vida de trabajo, de privaciones, pero también de alegrías, reuniones y fiestas, en este mundo se nutren de temas el sainete y el grotesco criollo, también los letristas de tango expresan los sentimientos que fluyen de sus habitantes.
La nostalgia de los inmigrantes no podría estar ausente, el sentir del italiano queda expresado en un emblemático tango:
Canzoneta
Música: Erma Suárez
Letra: Enrique Lary

La Boca... Callejón... Vuelta de Rocha...
Bodegón... Genaro y su acordeón...

Canzoneta, gris de ausencia,
cruel malón de penas viejas
escondidas en las sombras del figón.
Dolor de vida... ¡Oh mamma mia!...
Tengo blanca la cabeza,
y yo siempre en esta mesa
aferrado a la tristeza del alcohol.

Cuando escucho "Oh sole mio"
"Senza mamma e senza amore",
siento un frío acá en el cuore,
que me llena de ansiedad...
Será el alma de mi mamma,
que dejé cuando era niño.
¡Llora, llora, Oh sole mio;
yo también quiero llorar!

La Boca... Callejón... Vuelta de Rocha...
Ya se van Genaro y su acordeón...

¡De mi ropa, qué me importa
si me mancho con las copas
que derramo en mi frenético temblor!
Soñé a Tarento en mil regresos,
pero sigo aquí, en la Boca,
donde lloro mis congojas
con el alma triste, rota, sin perdón.
Fue caldo de cultivo para la cultura popular en sus distintas facetas; respecto  a los sainetes, merecen destacarse las obras de Alberto Vaccarezza que referencian el conventillo:
Cuando  los organitos comienzan a volcar sus tangos por las calles de Buenos Aires, al pasar por los conventillos  enriquecen el sentir de sus habitantes con este nuevo género musical, en el cual habían en parte contribuido, previamente, a su formación.
A partir de Armando Discepolo las historias  rescatadas por los saineteros se trasladan del patio del conventillo a la pieza, con su encierro, su obscuridad, sus dramas íntimos y personales y se transforman en el grotesco criollo.
El gran aluvión inmigratorio  incorporo habitantes de distintos países, en su mayoría italianos y españoles, la confluencia de estos en los conventillos con los venidos del interior permitió un aporte de palabras de distinto origen que fueron conformando un cuerpo propio, contribuyendo al nacimiento del  lunfardo, que se va gestando desde fines del siglo XIX hasta principios del XX.
El tango y el sainete son los receptores más importantes del uso del lunfardo. El sainete cuyas historias se desarrollan en los conventillos  lo asume en sus personajes quienes son proclives al uso del lunfardo.
El tango “El ciruja”  es indudablemente la representación más emblemática del lunfardo, la letra pertenece  a Alberto Marino.
 
Previo al lunfardo, el italiano en su esfuerzo por hacerse entender va creando un lenguaje de transición, el denominado cocoliche, un castellano deformado por su mezcla con el idioma original, cada inmigrante expresaba su propio cocoliche, este no era común al resto
 
El grotesco criollo de Armando Discepolo es el disparador para incorporar estos personajes de origen italiano con su cargas de nostalgias, angustias y demás  que expresan estos sentimientos con su vocabulario que intenta desde su lengua de origen llegar al interlocutor que usa un idioma local, este intento conforma un cocoliche literario creado por el autor.
 
Huelga de inquilinos
 
El alto precio de los alquileres fue convirtiendo a los conventillos porteños en focos de conflicto. Los cobradores debían pasar a cobrar custodiados por la Policía.
El inquilino moroso era desalojado por la fuerza pública. Los muebles se subían al carro municipal para trasportarlos a un depósito. En el trayecto  se  evidenciaba la solidaridad de la gente, a veces estos episodios solían culminar en batallas campales.
Debido a las malas condiciones de vida de los conventillos y los altos alquileres, en 1907 se realizo una huelga de inquilinos con consecuencias gravísimas en cuanto a la represión realizada y la aplicación de la ley de residencia, expulsándose del país a los anarquistas extranjeros.
 
Como protesta Nemesio Trejo escribió el tango “Rebelión de las escobas”
Rebelión de las escobas
Señor Intendente
los inquilinatos
se encuentran muy mal.
Pues los propietarios
o los encargados
nos quieren ahogar.
A ver si Ud. puede
sacarnos el lazo
y dejarnos vivir.
Pues de lo contrario
se va a armar en todos
la de San Quintín.
Abajo la usura
y abajo el abuso,
arriba el derecho
del pobre también.
Pedimos cantando
bailando y en solfa
justicia y justicia
que nos haga usted
 
Aunque la lucha no fue pareja, algunos logros respecto a la rebaja de alquileres, se obtuvieron, quedando este momento como ejemplo ante el mundo respecto a la necesidad de unirse para obtener resultados.
La situación vivida desnuda el verdadero problema habitacional que se estaba gestando en la Argentina.
 
 
 
 
 
 
El conventillo en el tango
 
Una importante cantidad de tangos ha incorporado en sus letras al conventillo, algunas como simple referencia y otro como en  “El Conventillo”, su tema principal…
 
Flor de fango
 
Tango 1919
Música: Augusto Gentile
 
Letra: Pascual Contursi
 
Mina que te manyo de hace rato,
perdoname si te bato
de que yo te vi nacer...
Tu cuna fue un conventillo
alumbrado a querosén.
Justo a los catorce abriles
te entregaste a las farras,
las delicias del gotán....
Te gustaban las alhajas,
los vestidos a la moda
y las farras de champán.
……………………………..
 
 
El conventillo
 
1965
 
Música: Ernesto Baffa / Fernando Rolón
 
Letra: Arturo De La Torre / Fernando Rolón
Yo nací en un conventillo
de la calle Olavarría,
y me acunó la armonía
de un concierto de cuchillos.
Viejos patios de ladrillos
donde quedaron grabadas
sensacionales payadas
y, al final del contrapunto,
amasijaban a un punto
p’amenizar la velada.

Cuando pude alzar el vuelo,
pianté del barro al asfalto,
pretendí volar tan alto
que casi me vengo al suelo
,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,
 
Ventanita de arrabal
 
Tango 1927
 
Música: Antonio Scatasso

Letra: Pascual Contursi

En el barrio Caferata
en un viejo conventillo,
con los pisos de ladrillo,
minga de puerta cancel,
donde van los organitos
su lamento rezongando,
está la piba esperando
que pase el muchacho aquel
……………………………………
 
 
Las villas
 
Cuando  los conventillos comenzaban a decaer desde el punto de vista edilicio aunque conviviendo  con los denominados Hoteles familiares, aun hoy vigentes, ya se encontraba en pleno proceso  la instalación de las denominadas, peyorativamente, villas miseria, villas de emergencia o simplemente villas.
 Los conventillos albergaban inquilinos en consecuencia sus alquileres representaban el gasto más importante de sus ingresos,  las villas generalmente eran tierras ocupadas, no pagaban alquileres, aunque carecían de los más elementales servicios y sus construcciones eran totalmente precarias.
 
Art. 16 de la Constitución Nacional:
 
 “…todos sus habitantes son iguales ante la ley…”
 
 
 
El gran autor que fue Armando Tejada Gómez (1929-1994, nos ha dejado una hermosa poesía, donde expone con  dureza, pero con sentimiento y hasta orgullo  el decir del villero:
 
Serenata de la villa miseria
 
 Letra:  Armando Tejada Gómez
 
 Música:  Gustavo Leguizamón
 
Aquí mi casa está, esta es mi casa
 la fabrique con tientos de miseria
 porque me andaba grande la esperanza.
 Señor este es mi techo
 un cielo de cartón, de lona y lata,
 pero lo hice yo con estas manos.
 Este es mi hogar, señor, esta es mi casa,
 mis sueños son de estopa, trapo y chapa
 para dormir este pedazo de hombre
 que es mi hijo y con esta María sobrehumana
 que me lleva al amor, es suficiente.
 Este piso de tierra que es mi cama.
 
Estas cuatro paredes son mi mundo,
 el mundo puede ser también de tablas
 para mirar por entre sus rendijas
 otra vida mejor, otro mañana.
 
Yo vengo de cualquier parte
 desde el dolor de mi tierra
 y por vivir como vivo
 me llaman Villa Miseria.
 
El origen de las villas miseria o villas se ubica en la década del 30, en un principio como barrios o asentamientos transitorios y posteriormente  fueron  de carácter permanente, esto dio como nacimiento a una clase social el “villero” con identidad y estructura cultural propia.
La crisis económica del año 1930 va expandiendo desde los países desarrollados y transmitiendo sus consecuencias al resto, en Argentina la caída de los precios internacionales de los productos agropecuarios de exportación afecta al mercado interno generando baja de los ingresos de la población y una creciente desocupación.
La primera villa se considera puede haber sido la denominada Villa desocupación, en Puerto Nuevo, asentamiento de desocupados polacos.
En algunos lugares de Buenos Aires se fueron creando las condiciones para estos asentamientos: el denominado Barrio de las ranas, luego Barrio de las latas, haciendo referencia a las características del lugar.
Donde existió el vaciadero municipal se llevaba la basura para ser quemada, se le denomino “La quema”, en ese lugar desocupados trataban de recolectar lo que necesitaban para  consumir o vender, los denominados “quemeros” o “cirujas”, un apocope de cirujano, por la minuciosidad con que revisaban la basura.
El tango ha trasladado a sus letras las referencias a estas personas y mostrando  el vocabulario lunfardo con mayor riqueza, nos referimos al tango:
 
El ciruja
Tango 1926
Música: Ernesto de la Cruz
Letra: Alfredo Marino
 
Como con bronca, y junando
de rabo de ojo a un costado,
sus pasos ha encaminado
derecho pa'l arrabal.
Lo lleva el presentimiento
de que, en aquel potrerito,
no existe ya el bulincito
que fue su único ideal.
 
Recordaba aquellas horas de garufa
cuando minga de laburo se pasaba,
meta punguia, al codillo escolaseaba
y en los burros se ligaba un metejón;
cuando no era tan junao por los tiras,
la lanceaba sin tener el manyamiento,
una mina le solfeaba todo el vento
y jugó con su pasión.
 
Era un mosaico diquero
que yugaba de quemera,
hija de una curandera,
mechera de profesión;
pero vivía engrupida
de un cafiolo vidalita
y le pasaba la guita
que le shacaba al matón.
 
Frente a frente, dando muestras de coraje,
los dos guapos se trenzaron en el bajo,
y el ciruja, que era listo para el tajo,
al cafiolo le cobró caro su amor.
 
Hoy, ya libre'e la gayola y sin la mina,
campaneando un cacho’e sol en la vedera,
piensa un rato en el amor de su quemera
y solloza en su dolor.
 
La imposibilidad de importar por falta de recursos, genero en algunas industrias la posibilidad de crear un modelo de sustitución de importaciones, estas fabricas comienzan una demanda de mano de obra que atrae a muchos habitantes del campo, desplazados por la incorporación de maquinarias.
 
Ya estaban dadas las condiciones para un rápido crecimiento de las villas, posteriormente el ingreso de inmigrantes de países vecinos atraídos por mejores condiciones laborales se vuelcan a este nuevo modelo habitacional.
 
La denuncia social que Jose Hernandez pone en la voz del gaucho Martin Fierro, hoy sigue instalada en la sociedad, aunque las cuestiones no son las mismas, pero si las agresiones a algún sector que al igual que el gaucho sufre la marginación y el desprecio:
 
 
 
La villerita
 
Horacio Guarani
La villerita, rancho de lata cartón y chapa pinta sus labios;
peina su pelo, rubio dorado recién teñido que ayer fue negro
tacos de engaño; escasos años los 17 recién cumplidos
vuela del nido; la abuela cuida duerma tranquilo mi dulce niño.
vuela vuela soñando tener un día
como todas la dicha tan merecida
esas que en las revistas le dan envidia
mala semilla; bala perdida.
vuela vuela bien alto sus ambiciones
sueña hallarle a su vida las soluciones
desterrar la miseria de sus rincones
techo y cobijo; sin privaciones.
vuela vuela bien alto que no te alcancen
vuela que no te alcancen buitres de barro
esos que solamente tiran el carro....840 hay que borrarlos...
Te vi desnuda...tu cuerpo helado desvergonzado bajo el tapado
y enamorado, por 2 centavos el mismo juez que te ha condenado.
supermercado...venta de besos placer y goces por unos pesos
veinte ventanas, antes del puente muy poca luz panamericana...
vuela vuela bien alto paloma herida, vuela vuela si quieres cambiar de vida
vuela vuela aunque la noche cubra tus días
paloma mía, paloma herida
vuela vuela bien alto que no te alcancen
vuela que no te alcancen buitres de barro
esos que solamente tiran el carro...840...hay que borrarlos
paloma mía....paloma herida....
mi villerita....paloma mía!!
Derechos humanos y humanos sin derechos:
 
Mas allá de la marginación   que sufren los habitantes de las villas, esta situación se ha agravado en los últimos años al tomar estado publico  la existencia de una gran cantidad de argentinos que están viviendo en la calle, en situación de vulnerabilidad y en permanente exposición a todo tipo de riesgos, estos conforman el grupo más marginado y excluido de la sociedad.
 
En nuestro país goza de jerarquía constitucional, según el inc. 22) del art. 75 de la Constitución Nacional, la Declaración Universal de  Derechos humanos que en su art.  Artículo 25: expresa: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios…”
 
 
 
Bibliografía consultada:
 
GARCIA, Mariano – Historia de las villas miseria en Bs. Aires
PIGNA, Felipe – La crisis económica de 1930
CORTESE, Luis O.- Los conventillos
PIGNA, Felipe – Historia de los conventillos
www.todotango.com.ar