20 de setiembre: Dia Nacional del Caballo
El caballo
Los conquistadores trajeron a nuestro
territorio los caballos, estos eran andaluces, descendientes de la brava raza
berberisca, los primeros llegaron a america en el segundo viaje de Colon,
desembarcando en la isla La
Española (Haiti).
En 1516 Hernan Cortes realiza la
conquista de Mexico venciendo a los aztecas que huyeron despavoridos al
enfrentarse a soldados con armaduras sobre sus cabalgaduras.
En el Rio de la Plata Pedro de Mendoza
introduce los caballos en la primera fundación de Buenos Aires, algunos fueron
comidos por los mismos españoles para no morir de hambre y el resto liberados
cuando abandonan el lugar, habiéndose estos caballos dispersados por el vasto
territorio pampeano.
En algunos años estos caballos y los
provenientes de otras corrientes colonizadoras se reprodujeron generando
importantes manadas.
Los distintos caballos de origen español , portugueses y árabes fueron
transmitiendo la sangre y las características a la raza criolla, esta se adapta
al medioambiente de las grandes extensiones y genera una selección natural adecuada a las necesidades y resistencia a las enfermedades.
Los indios hicieron del caballo su
elemento ideal para su transporte, la caza y otras actividades, posteriormente
el gaucho incorpora el caballo para similares tareas, fundamentalmente para sus
actividades con el ganado cimarron que también poblaba estas tierras.
El caballo le permitió al indio
hacerse dueño y señor de la pampa, el hombre blanco lo utiliza también para la
conquista y ambos como el arma mas importante en los enfrentamientos.
Tanto el gaucho como el indio son
“hombres de a caballo”, la falta del caballo le quita toda posibilidad de
sobrevivir en estas llanuras.
Es representativo de esto la famosa
frase del Chacho Peñaloza que exiliado en Chile, manifiesta su desazon: ¡ En
Chile……….y a pie!
Tanto el indio como el gaucho aprenden
a obtener los animales de las manadas cimarronas y amansarlos y domarlos para
que sean utiles, tal vez las técnicas hayan sido diferentes.
Martin
Fierro refiere como el indio cuidaba de su caballo
El pampa educa al caballo
como para un entrevero;
como rayo es de ligero
en cuanto el indio lo toca;
y, como trompo, en la boca
da güeltas sobre de un cuero.
Lo varea en la madrugada;
jamás falta a este deber;
luego lo enseña a correr
entre fangos y guadales:
¡ansina esos animales
es cuanto se puede ver!
En el caballo de un pampa
no hay peligro de rodar,
¡jué pucha! y pa disparar
es pingo que no se cansa;
con prolijidá lo amansa
sin dejarlo corcobiar.
Pa quitarle las cosquillas
con cuidao lo manosea;
horas enteras emplea,
y, por fin, sólo lo deja
cuando agacha las orejas
y ya el potro ni cocea.
Jamás le sacude un golpe
porque lo trata al bagual
con pacencia sin igual;
al domarlo no le pega,
hasta que al fin se le entrega
ya dócil el animal.
Y aunque yo sobre los bastos
me sé sacudir el polvo,
a esa costumbre me amoldo;
con pacencia lo manejan
y al día siguiente lo dejan
rienda arriba junto al toldo.
Ansí todo el que procure
tener un pingo modelo,
lo ha de cuidar con desvelo,
y debe impedir también,
el que de golpes le den
o tironeén en el suelo.
Muchos quieren dominarlo
con el rigor y el azote,
y si ven al chafalote
que tiene trazas de malo,
lo embraman en algún palo
hasta que se descogote.
Todos se vuelven pretestos
y güeltas para ensillarlo:
dicen que es por quebrantarlo,
mas compriende cualquier bobo,
que es de miedo del corcovo,
y no quieren confesarlo.
El animal yeguarizo
(perdónenmé esta alvertencia)
es de mucha conocencia
y tiene mucho sentido;
es animal consentido:
lo cautiva la pacencia.
Aventaja a los demás
el que estas cosas entienda;
es bueno que el hombre aprienda,
pues hay pocos domadores
y muchos frangolladores
que andan de bozal y rienda.
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A la afligida cautiva
Mi caballo le ofrecí.
Era un pingo que adquirí
Y donde quiera que estaba
En cuanto yo lo silbaba,
Venía a refregarse en mí.
Yo me lo senté al del pampa,
Que era un oscuro tapao,
Cuando me hallo bien montao
De mis casillas me salgo,
Era un pingo como galgo
que sabía correr boliao.
José Hernández en la voz de Martín Fierro
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Caballito criollo del galope corto
Del aliento largo y el instinto fiel,
Caballito criollo que fue como un asta
Para la bandera que anduvo sobre él.
Belisario Roldán
Juan Manuel de Rosas fue reconocido como un gran jinete y ha sabiendas que el carácter de jefe y caudillo requería entre otras cualidades esta de ser un gran corajudo para el caballo, como ya lo había reconocido Sarmiento. Su habilidad y decisión para con el caballo le habían granjeado la admiración entre el gauchaje
“Cualquiera
sea el juicio que merezca la acción de Rosas en el gobierno del país –cosa
ajena al tema que nos ocupa- no se puede dejar de reconocer la extraordinaria
personalidad que, como hombre jinete y diestro en el manejo del caballo, tenía
el rubio comandante de Los Cerrillos. Conocida es la importancia que para el
encumbramiento de los caudillos argentinos tuvo la habilidad ecuestre; y es
evidente que gran parte de su ascendencia sobre el gauchaje supo ganarla Rosas
a caballo. Antes, ya Martín Miguel de Güemes, más que con su oratoria gangosa,
salpimentada con palabras “no sanctas”, según Paz enfervorizaba al paisanaje
con la bizarría de sus “marchadores” dispuestos en el lujo del accionar de sus
manos como para un desfile victorioso. Rosas, joven aún, escribe su
“Introducción a los Mayordomos de Estancia” revelando, con sus conocimientos
rurales, un especial interés por el mejoramiento de los planteles yeguarizos.
Entre otras recomendaciones, donde apunta ya su conocido puntillismo
ordenativo, pueden observarse su preocupación en el mantenimiento del pelaje en
las tropillas, evitando dar a los chasques, animales que pudieran alterar el
orden cromático del conjunto; y sobre todo, la que reglamenta el servicio de
yeguas en las manadas. Ahí establece que deben reservarse para padres los
ejemplares más altos y mejor conformados, lo que hace suponer que de tal manera
obtendría –mediante esta selección y los buenos pastos- caballos criollos de
una alzada superior a la normal, tal como lo ocurrido con los caballos de los
llamados Montos Grandes”www.revisionistas.com.ar
Las letras de la musica criolla y ciudadana han recogido el sentir por el caballo y su valoración :
…… Carlos Gardel canta “El moro”, en realidad la letra proviene del poema “
El
moro
|
Arr. en tango
|
Letra: Juan María
Gutiérrez
|
Año
1917
|
A
mi nada me faltaba
cuando
a mi moro tenía.
A
mi nada me faltaba
cuando
mi moro tenía.
libre
era cuanto quería,
ni
guapetón me alcanzaba
ni
alcalde me perseguía,
cuando
a mi moro tenía.
Mi
caballo era una flecha
cuando
la espuela le hincaba;
Mi
caballo era una flecha,
cuando
la espuela le hincaba.
Tanto
caballos cansaba
cuando
en mi mano derecha
la
bola certera alzaba;
mi
caballo era una flecha.
……………………………
Gardel tambien grabo:
El
pangaré
|
Estilo
|
Música: Carlos
Gardel / José
Razzano
|
Letra: Alcides de
María
|
En un pingo pangaré,
con un freno coscojero, buen herraje y buen apero, en dirección al Pigüé, va el paisano Cruz Montiel orillando una cañada, con camisa bien planchada, un clavel rojo retinto, puñal de plata en el ciinto y bota fuerte lustrada.
………………………
|
La tropilla de la muerte
Letra:
Fernán Silva Valdés
Música:
Néstor Feria
Tuve tropilla “de un pelo”
yo también como el mejor;
tropilla de pelo oscuro,
“mismito” como el dolor.
Oscuro como mis penas,
oscura como mi suerte;
en el pago la llamaban
la tropilla dela Muerte.
yo también como el mejor;
tropilla de pelo oscuro,
“mismito” como el dolor.
Oscuro como mis penas,
oscura como mi suerte;
en el pago la llamaban
la tropilla de
……………………………
La musica es de Nestor Feria /el trovero olvidado, uruguayo (al igual que Fernan Silva Valdes), en rueda
de artistas dijo de él Carlos Gardel "lo
que tiene este muchacho por sobre todas las cosas es su sentido de lo
criollo", y se lo ratificó personalmente diciéndole "nadie como vos, Negro, para estas cosas…"(Diario
El Pais de Montevideo edicion del 10 de octubre de 1997)
Con los
años el caballo paso a desempeñar, no solo las típicas actividades a campo del
gaucho, sino otras derivadas de las
nuevas necesidades en la ciudad: los carreros, los cuarteadores, que también
han dado lugar a letras de tango:
Manoblanca
(cantado por Angel Vargas)
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Tango 1941
|
Música: Antonio De Bassi
|
Letra: Homero Manzi
Dónde vas carrerito del este
castigando tu yunta de ruanos, y mostrando en la chata celeste las dos iniciales pintadas a mano. Reluciendo la estrella de bronce claveteada en la suela de cuero, dónde vas carrerito del Once, cruzando ligero las calles del Sur. |
……………………………………….
El cuarteador
|
Tango 1941
|
Música: Enrique Cadícamo
|
Letra: Enrique Cadícamo
|
Yo soy Prudencio Navarro,
el cuarteador de Barracas. Tengo un pingo que en el barro cualquier carro tira y saca. Overo de anca partida, que en un trabajo de cuarta de la zanja siempre aparta ¡Chiche! la rueda que se ha quedao.
…………………………………..
|
El caballo ya era utilizado para actividades
de diversión como las carreras cuadreras, la sortija, el pato y posteriormente se incorpóra a las
carreras en los hipódromos, los tangos recogen en sus letras cuestiones que
tienen que ver con esta actividad.
Carlos Gardel, que tenia predilección
por los caballos de carrera, incluso era propietario, graba dos tangos famosos,
uno dedicado a su amigo, el jockey, uruguayo Irineo Leguisamo y otro referido
al hipódromo de Palermo:
Leguisamo
solo
|
Tango 1925
|
Música: Modesto Papavero
|
Letra: Modesto Papavero
|
Alzan las cintas; parten los tungos
como saetas al viento veloz... Detrás va el Pulpo, alta la testa la mano experta y el ojo avizor. Siguen corriendo; doblan el codo, ya se acomoda, ya entra en acción... Es el maestro el que se arrima y explota un grito ensordecedor. ¡Leguisamo solo! gritan los nenes de la popular. ¡Leguisamo solo! fuerte repiten los de la oficial. ¡Leguisamo solo! ya está el puntero del Pulpo a la par. ¡Leguisamo al trote! y el Pulpo cruza el disco triunfal. No hay duda alguna, es la muñeca, es su sereno y gran corazón los que triunfan por la cabeza en gran estilo y con precisión. Lleva los pingos a la victoria con tal dominio de su profesión que lo distinguen con mucha gloria, mezcla de asombro y de admiración. |
La alegría con que canta Gardel, el
tango a Leguisamo, se transforma en lamento, en el tango Palermo, cuando el
juego de las carreras le deja la perdida del dinero apostado:
Palermo
Musica de Enrique Pedro Delfino
Letra de Juan Villalba y Hermido Braga
Maldito seas, Palermo,
me tenes seco y enfermo,
mal vestido y sin morfar,
porque el vento los domingos
me patino con los pingos
en el Hache Nacional.
Por seguir al que no pierde
me atraganto con la Verde
y me estudio el pedigree,
y a pesar de la cartilla
dejo yo en la ventanilla
todo el laburo del mes.+
Berretines que tengo con los pingos,
metejones de todos los domingos...
Por tu culpa me encuentro bien fané,
¡Qué le voy a hacer, así debe ser!
Ilusiones del viejo y de la vieja
van quedando deshechas en la arena
por las patas de un tungo roncador...
¡Qué le voy a hacer si soy jugador!
Palermo, cuna de reos
por tu culpa ando sin cobre,
sin honor ni dignidad;
soy manguero y caradura,
paso siempre mishiadura
por tu raza caballar.
Me arrastra más la perrera,
mas me tira una carrera
que una bonita mujer,
como una boca pintada
me engrupe la colorada
cual si fuera su mishé.
De la aficcion burrera de Carlos Gardel y con letra del gran poeta que fue Alfredo Lepera – injustamente olvidado tal vez opacado por la figura de Gardel – nace “Por una cabeza” donde hace un paralelismo entre el amor y las carreras:
Por
una cabeza
|
Tango 1935
|
Música: Carlos Gardel
|
Letra: Alfredo Le Pera
|
Por una cabeza
de un noble potrillo que justo en la raya afloja al llegar, y que al regresar parece decir: No olvidés, hermano, vos sabés, no hay que jugar. Por una cabeza, metejón de un día de aquella coqueta y burlona mujer, que al jurar sonriendo el amor que está mintiendo, quema en una hoguera todo mi querer.
………………………….
|
Similar situación que la anterior la plantea Celedonio Flores, el negro, en:
Canchero
|
Tango 1930
|
Música: Arturo De
Bassi
|
Letra: Celedonio
Flores
|
Para el record de mi vida sos una fácil carrera
que yo me animo a ganarte sin emoción ni final. Te lo bato pa' que entiendas en esta jerga burrera que vos sos una "potranca" para una "penca cuadrera" y yo -¡che, vieja!- ya he sido relojiao pa'l Nacional... Grabado por Carlos Gardel en 1930 con las guitarras de Aguilar, Barbieri y Riverol |
Nuevamente
Celedonio Flores, el Negro, en su tango “Cuando me entres a fallar”, con musica de Jose Maria Aguilar, hace una comparación entre el hombre
y el caballo con sentido poetico:
Te conocí cuando entraba a
fallarme la carpeta,
me ganaste con bondades poco a poco el corazón.
El hombre es como el caballo: cuando ha llegado a la meta
afloja el tren de carrera y se hace manso y sobón.
me ganaste con bondades poco a poco el corazón.
El hombre es como el caballo: cuando ha llegado a la meta
afloja el tren de carrera y se hace manso y sobón.
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Milonga que peina canas
|
|
Milonga 1942
|
Música: Alberto Gómez
|
Letra: Alberto Gómez
|
Allá
en el tiempo del jopo,
peinao al agua florida,
cuando era linda la vida
y era mi escuela un stud,
nació mi amor por los pingos
con Stiletto y Surplice
y ese amor echó raíces
al llegar mi juventud.
peinao al agua florida,
cuando era linda la vida
y era mi escuela un stud,
nació mi amor por los pingos
con Stiletto y Surplice
y ese amor echó raíces
al llegar mi juventud.
Las chaquetillas famosas
dejaron en mis oídos
frufrú de tiempos queridos
que ya no pueden volver;
y hoy que tengo la cabeza
cubierta por tanta nieve,
con los hijos de Congreve
vuelvo a rejuvenecer.
A partir de 1999, el 20 de setiembre se conmemora en nuestra país el dia
nacional del caballo.
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