viernes, 22 de marzo de 2013

“Mate, guitarra y canción”

Fogón de huella
Tango
Música: Arturo Gallucci
Letra: Yaraví

Al costado del camino
y en larga fila apretada,
las carretas se han dormido
bajo una luna plateada.
Los bueyes muerden despacio
un campo verdoso y lacio...
Y alrededor de un fogón,
mate, guitarra y canción...
…………………………………
Fogón de huella cuenta con la excelente grabación realizada por Aníbal Troilo y su orquesta con la voz de Roberto Goyeneche, “el polaco” en 1971.

El mate
Se puede decir que el mate forma parte de nuestra identidad nacional; en la America del sur, ya los pueblos originarios (guaranies y otros con los cuales mantenían relaciones) utilizaban la yerba mate que algo picada y tostada, en una pequeña calabaza,  le agregaban agua y por medio de una cañita bebían el liquido.
En el siglo XVII los Jesuitas en las reducciones al norte de Paraguay ya habían comenzado a realizar plantaciones de yerba, con grandes dificultades para lograr la germinación de las semillas hasta que fueron expulsados en 1767
La “hierba del Paraguay”, como fue denominada por los Jesuitas, fue tanto ponderada como criticada, pero siempre tuvo una gran aceptación popular.
Fue adoptado por los conquistadores españoles y se consolido fuertemente en Argentina, Paraguay y Uruguay, también sur de Brasil y algo menos en otros países del sur de America
Ya en el siglo XVIII el mate era una bebida mas consumida que el te y el chocolate, tanto en las zonas urbanas como rurales; desde las clases bajas hasta los nobles  lo consumían.
Hasta los ejércitos libertadores sostenían la rudeza de sus hazañas con el mate que siempre acompañaba a sus soldados, el mismo General San Martín aprovechaba sus momentos de descanso en las travesías tomando ese mate que tanto añoraba.
Compañero inseparable del gaucho en la soledad del desierto, en distintos momento del dia e incluso para reemplazar el alimento que a veces escaseaba; los fogones de los reseros y carreteros  destacaban las ruedas de mate, donde los paisanos compartían dentro de esa soledad con el compañero que los unía fraternalmente junto con sus canciones acompañadas de rusticas guitarras.
El denominado mate amargo  contrasta con el mate dulce, aquel al que se le incorpora azúcar al ser cebado: el mate amargo, simplemente la yerba con el agua caliente, sin ser acompañado con  nada mas, se le denominaba cimarrón ( del portugués chimarrao).
 Se conoce como cimarrón al ganado silvestre o salvaje, aquel no domesticado, por extensión se le dio esta acepción al mate solo.

  Ángel Villoldo, considerado el padre del tango, es el autor de la letra de este emblemático tango, en ella destaca en  distintas denominaciones tanto como paisano, criollo, al gaucho porteño , como asi lo denomina Villoldo; el gesto de amor  de la morocha se expresa en cebarle ese cimarrón de madrugada. 
La partitura de este tango llego a Paris, de la mano de los tripulantes de la Fragata Sarmiento en 1906, iniciando la gran aventura del tango en Paris.

La morocha
Tango 1905
Música: Enrique Saborido
Letra: Ángel Villoldo

Yo soy la morocha,
la más agraciada,
la más renombrada
de esta población.
Soy la que al paisano
muy de madrugada
brinda un cimarrón.
………………………………
La poesía gauchesca también  ha recogido en sus estrofas la presencia  del mate (cimarrón) como compañero del gaucho, así lo destaca José Hernández en su obra Martín Fierro (Primera parte. Capitulo II)  
…………………………..
Y sentado junto al fogón
a esperar que venga el día;
al cimarrón le prendía
hasta ponerse rechoncho,
mientras su china dormía
tapadita con su poncho.
……………………………..

Se denomina mate tanto a la infusión como también al recipiente donde se ceba el mate, generalmente una calabaza ahuecada a la que previamente se la curado, es decir adaptándola a su uso como mate y quitándole  así los restos que puedan afectar el gusto del mate.
El mate galleta:
El denominado mate galleta, es una calabaza aplastada, permitiendo al cebar mojar la yerba solo de un lado y reservar el otro lado para continuar cebando cuando  en el primero ya ha perdido su condición la yerba.
José Larralde (argentino nac. 1937)  es un poeta  de neta y autentica raigambre campera y como el mismo se define: guitarrero y cantor, autor de una cantidad importante de obras, donde lo testimonial también esta presente.
Con la sencillez y la dulzura que lo caracteriza  nos ha dejado esta hermosa poesía a su viejo mate galleta, expresada  entre el recuerdo y el dolor por su perdida:

Mi viejo mate galleta
José Larralde
Mi viejo mate galleta
que pena me dio perderte
que mano tronchó tu suerte
tal vez la mano del tiempo
si hasta creí que eras eterno
nunca imaginé tu muerte.

En tu pancita verdosa
cuantos paisajes miré
cuantos versos hilvané
mientras gozaba tu amargo
cuantas veces te hice largo
y vos sabias porqué.

Cuando la yerba escaseaba
por falta de patacones
nunca pediste razones
pero me diste consejo
chupá pero hacete viejo
sin llegar a los talones.

Y en esos negros inviernos
cuando la escarcha blanqueaba
tu cuerpito calentaba
mis manos con tu calor
pa'que el amigo cantor
se prendiera a la guitarra.

Y ahí no más se hacía la farra
vos y yo en un mano mano
mate y guitarra en el claro
mate y guitarra en la sombra
en leguas a la redonda
no hubo jaguel orejano.

Ah compañero y hermano
que destino tan sotreta
nunca le di a la limeta
en vos encontré la calma
en este adiós pongo el alma
mi viejo mate galleta

El tango recoge en sus versos la presencia del mate como eterno compañero inseparable, tal como lo expresa Enrique Cadicamo al relatar la historia de Madame Ivonne, esa francesa, que había sido abandonada por aquel  argentino “que entre tango y mate la alzo de Paris”
Madame Ivonne
Tango 1933
Música: Eduardo Pereyra
Letra: Enrique Cadícamo

 De este tango se destaca la excelente y recordada versión grabada por Julio Sosa,” el varón del tango”                                                       
…………………………………………………………………
Han pasado diez años que zarpó de Francia,
Mamuasel Ivonne hoy solo es Madam...
La que va a ver que todo quedó en la distancia
con ojos muy tristes bebe su champán.
Ya no es la papusa del Barrio Latino,
ya no es la mistonga florcita de lis,
ya nada le queda... Ni aquel argentino
que entre tango y mate la alzó de París


Tres esquinas
Tango 1941
Música: Ángel D'Agostino / Alfredo Attadía
Letra: Enrique Cadícamo

Hermosa versión realizada por “los angeles del tango”: la orquesta de Ángel D Agostino y el cantor Ángel Vargas “el ruiseñor de las calles porteñas”; Cadicamo expresa en sus versos el recuerdo de ese barrio humilde y destaca el tomar mate bajo la sombra del parral como característica de la identidad del mismo:
…………………………………………………….
Soy de ese barrio de humilde rango,
yo soy el tango sentimental.
Soy de ese barrio que toma mate
bajo la sombra que da el parrral.
En sus ochavas compadrié de mozo,
tiré la daga por un loco amor,
quemé en los ojos de una maleva
la ardiente ceba de mi pasión
……………………………………..


Para cantarle al amor,  Homero Expósito lo hace  con esta hermosa milonga, que como el mate amargo la define  bien criolla y bien porteña:

Bien criolla y bien porteña
Milonga
1945
Música: Armando Pontier
Letra: Homero Expósito

Para cantarle al amor
no se precisa experiencia:
se forma un nido entre dos
y lo demás... va sin letra.
Que así empecé esta milonga
bien criolla y bien porteña,
para cantarle al amor
que sólo siento por ella.

Ella es triste como un tango,
ella tiene gusto a menta
y es sencilla como el lazo
que me anuda a su tristeza.
Ella es como el mate amargo,
bien criolla y bien porteña,
y es acorde en la guitarra.
¡Qué milonga milonguera
la canción de la esperanza
que el amor hace canción!
…………………………………………
Este tango de Celedonio Flores, nos cuenta en detalle  el recuerdo del bulin de la calle Ayacucho, y la felicidad al calor de una piba y la posterior aflicción cuando “una noche de invierno fulera en un vuelo hasta el cielo se fue”:

El bulín de la calle Ayacucho
Tango 1925
Música: José Servidio / Luis Servidio
Letra: Celedonio Flores

El bulín de la calle Ayacucho,
que en mis tiempos de rana alquilaba,
el bulín que la barra buscaba
pa caer por la noche a timbear,
el bulín donde tantos muchachos,
en su racha de vida fulera,
encontraron marroco y catrera
rechiflado, parece llorar.

El primus no me faltaba
con su carga de aguardiente
y habiendo agua caliente
el mate era allí señor.
No faltaba la guitarra
bien encordada y lustrosa
ni el bacán de voz gangosa
con berretín de cantor.

El bulín de la calle Ayacucho
ha quedado mistongo y fulero:
ya no se oye el cantor milonguero,
engrupido, su musa entonar.
Y en el primus no bulle la pava
que a la barra contenta reunía
y el bacán de la rante alegría
está seco de tanto llorar.

Cada cosa era un recuerdo
que la vida me amargaba:
por eso me la pasaba
fulero, rante y tristón.

Los muchachos se cortaron
al verme tan afligido
y yo me quedé en el nido
empollando mi aflicción.

Cotorrito mistongo, tirado
en el fondo de aquel conventillo,
sin alfombras, sin lujo y sin brillo,
¡cuántos días felices pasé,
al calor del querer de una piba
que fue mía, mimosa y sincera ...
¡Y una noche de invierno, fulera,
hasta el cielo de un vuelo se fue!
Primus” era la marca de un calentador a kerosene que data de 1892, creación de un sueco, y que se impuso en los hogares populares de la Argentina (fue el país sudamericano que mas lo importo), tenia una bomba para aumentar la presión del combustible a un mechero  que previamente se encendía con alcohol.
Compañero inseparable del mate “con su carga de aguardiente” o combustible  dotaba del agua caliente necesaria para cebarlo.
Era poco lo que se pedía para que el mate fuera el señor y así acompañar la guitarra y ese cantor.


Siempre se ha conservado la tradición del mate de la tarde, aquel que se acompañaba con bizcochitos de grasa o tortas fritas en los fríos días de invierno; la obra de Pascual Contursi que da nacimiento al tango canción en la voz de Carlos Gardel, nos lleva a ese recuerdo:
Mi noche triste (Lita)
Tango 1916
Música: Samuel Castriota
Letra: Pascual Contursi
…………………………………………..
De noche, cuando rne acuesto
no puedo cerrar la puerta,
porque dejándola abierta
me hago ilusión que volvés.
siempre llevo bizcochitos
pa tomar con matecitos
como si estuvieras vos,
……………………………………….

El mate siempre ha sido elemento que no debiera faltar jamás, por su sencillez, por su calidez por aportar la cuota de energía necesaria para transitar el día, por ser quien permite socializar y romper la frialdad de las relaciones, por lo cual  su falta, no voluntaria, hace imaginar el limite de lo aceptable el hecho” trágico” frente al cual nos sentiríamos sin nada.
Esto  lo recoge Enrique Santos Discepolo en una de sus obras más conocidas y trascendentes:
Yira yira
Tango 1930
Música: Enrique Santos Discepolo
Letra: Enrique Santos Discepolo

Cuando la suerte qu' es grela,
fayando y fayando
te largue parao;
cuando estés bien en la vía,
sin rumbo, desesperao;
cuando no tengas ni fe,
ni yerba de ayer
secándose al sol;
cuando rajés los tamangos
buscando ese mango
que te haga morfar...
la indiferencia del mundo
-que es sordo y es mudo-
recién sentirás.

El mate cocido
Frente al común mate cebado (en mate y con bombilla) existe también el denominado mate cocido, hirviendo el agua con yerba mate luego colándolo y sirviendo en tazas, generalmente se le agrega azúcar y también leche; en nuestra niñez algunos trozos de pan duro agregado formaban una sopa que mejoraba el nivel de alimento generalmente en el desayuno y  la merienda
Evaristo Barrios (1889-1959) fue poeta, guitarrista, compositor y cantor argentino, también se sintió payador consciente de que los payadores habían casi concluido su etapa y el tango avanzaba.
Emulando al Fausto de Estanislao del Campo, se dedico a escribir  tal como un gaucho le contaria a otro gaucho, y así tomo los temas de un Buenos Aires que crecía e incorporaba cambios tecnológicos.
Dejo una obra vastísima, 170 temas grabados y doce libros publicados, considero al payador Martín Castro como su guía; el Uruguay fue el lugar donde siempre recalaba y precisamente su fallecimiento se produjo en el país hermano.
Esta hermosa poesía que nos deja como cierre de este humilde trabajo es en homenaje a este poeta tan ligado con el pueblo:

El mate
Milonga
Música: Evaristo Barrios
Letra: Evaristo Barrios
Es el mate el compañero
que nos presta gran servicio,
aunque diga que es un vicio
más de un dotor extranjero.
Si lo prueba es el primero,
que ha de quedarse prendao
y cuando se ha acostumbrao
por las bondades que encierra,
queda el gringo en nuestra tierra
para siempre aquerenciao.

La novia, la gaucha linda
que en un beso dio un "te quiero"
y al gaucho dijo "Te espero"
sonriendo su boca 'e guinda.
Hizo que el hombre se rinda
por su belleza admirao,
después que ella le ha brindao
una promesa de amor
encerrada en el primor
de un cimarrón bien cebao.

El gringo que a trabajar
llega de tierra extranjera
y se acomoda ande quiera
pa' levantar un hogar,
y que sabe respetar
la patria ande hace su nido,
se hizo gaucho cuando vido
el mate tan delicioso,
y de avariento y goloso
inventó el mate cocido.

No le bastó el cimarrón
pa' poderlo saborear,
lo hizo caldo, pa' tomar
el mate con cucharón,
y pa' quedar barrigón
bien satisfecho y pesao,
con sopas de pan cortao
se alimentó en las mañanas.
¡Pa' mí que quedó con ganas
de echarle queso rayao!

Al cortar la trilladora
el rum-rum de la polea
y suspender su tarea
la gente trabajadora
pa' descansar, porque es hora
de darle al cuerpo frescor,
pa' aliviarlo del rigor
con que el trabajo lo abate,
el hombre encuentra en el mate
su compañero mejor.

Y cuando de madrugada
el sol da su luz al cielo
y muestra el verde del suelo
como una alfombra estirada,
y colora la enramada
el resplandor del fogón,
el criollo, guapo varón
que pocos han de igualar,
halla su mejor manjar
en el rico cimarrón.

Lo mismo que en el ranchito,
en la mansión del magnate,
es rey y señor el mate,
nuestro brebaje exquisito.
Decir más no necesito
en esta ponderación,
pues quien le tiene afición
comprende que yo no miento,
pues hasta el abatimiento
quita nuestro cimarrón.

Bibliografía consultada:
MOGLIA, Alejandra – El mate
GREGORUTTI, Hugo – El mate en el tango y versos criollos
PINSON, Néstor – Evaristo Barrios
BENEDETTI, Héctor – Evaristo Barrios
www.todotango.com.ar


Miguel Ángel Viciconte
Vicimigue@hotmail.com

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