domingo, 17 de marzo de 2013


¡Morocho y argentino!  ¡ Rey de Paris!

Paris deslumbra y convoca a esa aventura,  poder ser “rey de Paris”, pero no todo son rosas, la caída duele y la nostalgia del barrio obliga a la vuelta.

Este tango de Carlos Lenzi pinta con humor y dolor la verdad de la aventura parisina, fue escrito por el autor durante su permanencia en Paris, donde  compartió su amistad con Carlos   Gardel.

Carlos Lenzi fue poeta y autor teatral, nació en Montevideo en 1895 y falleció en Buenos Aires en 1963, su obra más conocida fue el tango “A media luz”, con la música de Edgardo Donato.

Araca París

Tango 1930

Música: Ramón Collazo 

Letra: Carlos Lenzi 

Pianté de Puente Alsina para Montmartre,

que todos me batían, pa m'engrupir:

"Tenés la pinta criolla p'acomodarte

con la franchuta vieja que va al dancing...

¿Qué hacés en Buenos Aires? ¡No seas otario!

Amurá esas milongas del Tabarís...

Con tres cortes de tango sos millonario...

¡Morocho y argentino! ¡Rey de París!"

 

¡Araca París!

¡Salute París!

Rajá de Montmartre,

piantate, infeliz.

Si vas a París

no vas a morfar:

no hay minas otarias

y hay que laburar.

Volvete p'al barrio

y tendrás milongas;

milongas diqueras

que saben amar.

¡Araca París!

¡Salute París!

Rajá de Montmartre;

piantate, infeliz.

 

Agarré tren de lujo, loco'e contento:

—bon soir, petite je t'aime, tu es mon cocó—

con una gorda tuerta con mucho vento

que no me dio ni medio y me amuró...

Tiré la bronca y, guapo, por darme corte,

un tortazo en la ñata se le incrustó:

comisaría, jueces y un pasaporte ...

y terminó mi historia de gigoló.

 

Y para asumir con más dolor la aventura frustrada y ya sin retorno, donde la nostalgia del Buenos Aires se manifiesta en todo su sentir, el gran poeta que fue Enrique Cadicamo, la vuelca en estos versos :

 

Anclao en París

Tango 1931

Música: Guillermo Barbieri

Letra: Enrique Cadícamo

Tirao por la vida de errante bohemio

estoy, Buenos Aires, anclao en París.

Cubierto de males, bandeado de apremio,

te evoco desde este lejano país.

Contemplo la nieve que cae blandamente

desde mi ventana, que da al bulevar

las luces rojizas, con tono muriente,

parecen pupilas de extraño mirar.

Lejano Buenos Aires ¡qué lindo que has de estar!

Ya van para diez años que me viste zarpar...

Aquí, en este Montmartre, fobourg sentimental,

yo siento que el recuerdo me clava su puñal.

¡Cómo habrá cambiado tu calle Corrientes..!

¡Suipacha, Esmeralda, tu mismo arrabal..!

Alguien me ha contado que estás floreciente

y un juego de calles se da en diagonal...

¡No sabes las ganas que tengo de verte!

Aquí estoy varado, sin plata y sin fe...

¡Quién sabe una noche me encane la muerte

y, chau Buenos Aires, no te vuelva a ver!

 

 

Porque el tango en Paris?:

Las farras, la noche, el lujo, el champan es la carnada que atrapa a tantos hombres y tantas mujeres, Paris deslumbra y el tango deslumbra a Paris, el condimento justo para la gran aventura a principios del siglo XX.

Esplendoroso comienzo que solo sufre un impasse cuando ocurre la trágica gran guerra o primera guerra mundial y luego el retorno, Francia espera y nuevamente el tango deslumbra y enriquece el mundo de la música,  el baile y sus letras.

1905 se radica en Paris Alberto López Buchardo, músico y pintor,  que a  más de dedicarse a perfeccionar su técnica pictórica se dedico a interpretar tangos. Tuvo su presencia en el cabaret El garrón y también compartió su arte con Ricardo Guiraldes.

Casimiro Ain “El vasquito”: “Aprendió a bailar desde chico al ritmo de los organitos que por las calles volcaban la música del tango, participo como bailarín en el circo del payaso ingles Frank Brown, su espíritu aventurero lo llevo a Europa en un buque de carga en 1903, a su regreso se presenta junto con su esposa en los teatros porteños.

Su participación durante  los festejos del centenario de la Revolución de Mayo lo catapultan al éxito, viajando posteriormente a Francia con la orquesta típica del bandoneonista Vicente Loduca, debutando en 1913 en el cabaret “El Garrón”

Posteriormente viajo a Nueva York y luego de retornar a Argentina, viajo nuevamente a Paris donde gano  el “Campeonato mundial de danzas modernas”,  posteriormente recorrió Europa con su pareja de baile, la alemana Edith Peggy.

El éxito como bailarín de tango en Europa fue arrollador, habiéndose logrado destacar en la sociedad europea y siempre ha quedado en la duda si el famoso bailarín argentino Ovidio Bianquet “El Cachafaz” fue mejor o no que el, pero si se ha reconocido la superioridad de Ain en el éxito y la popularidad en Europa” (extractado del trabajo del autor  Los vascos su aporte al tango y algo mas” www.haciaeltango.blogspot.com)

En 1906 la Fragata Sarmiento llega a Francia y se dice que llevo una importante cantidad de partituras de “La morocha” de Ángel Villoldo

En 1907 el tango comenzó a destacarse en Paris, en ese año la empresa Gath y Chaves envió a Alfredo Gobbi, su esposa Flora Rodriguez y a Ángel Villoldo (considerado el padre del tango) a grabar algunos discos de tango (El choclo y La morocha) y también a  hacer presentaciones.

Este desarrollo tanguero en Francia, convoco a varios bailarines de tango que comenzaron a desplegar sus dotes impactando en el público francés, algunos personajes famosos de la sociedad porteña como Ricardo Guiraldes (autor de Don Segundo sombra) también lucieron sus conocimientos de baile. El reconocimiento a Guiraldes como bailarín llega de la pluma de Ulises Petit de Murat con su obra “Bailate un tango Ricardo” con la música de Juan D Arienzo.

En 1911 la célebre bailarina francesa Mistinguette aporta su arte al tango llevando sus presentaciones al ambiente teatral.

Las publicaciones de la época expresaban que “el tango se bailaba en Paris en los salones aristocráticos por la señoras distinguidas y los caballeros más elegantes”

Ya comienza a conocerse más el tango en Francia y también referencias de su origen, que algunos lo consideran prostibulario, esto genera una polémica en cuanto a su aceptación o no, no obstante el avance del tango es arrollador.

Frente a las críticas al tango, el poeta y académico francés Jean Richepin lleva su defensa a debatirla en la Academia de Francia, la gran repercusión que tuvo término legitimándolo.

En nuestro país el tango aun se encontraba encerrado en su ambiente arrabalero, tal vez fue necesario este aval que venía de Francia para abrirle las puertas y  triunfa  en el resto de la sociedad.

El auge del tango en Paris tiene un freno al comenzar la primera guerra y hasta su finalización (1914-1918) este impasse no anulo su fuerza y nuevamente retorna a Francia y también a otros países europeos.

Las musas francesas:

Tantas mujeres hermosas, tantas historias de amor, algunas trágicas, van identificando esas musas inspiradoras de las  letras que enriquecieron la poética tanguera:

Griseta es un hermoso tango cuya letra pertenece a José González Castillo y la música a Enrique Delfino, fue estrenado en 1924 por el tenor Raúl Laborde y posteriormente fue grabado por Carlos Gardel, Ignacio Corsini, Roberto Rufino, Roberto Goyeneche “El polaco” y Edmundo Rivero, entre otros.

En francés se les denominaba “grisette” a las obreras de los talleres de costura y bordado, por el color de su uniforme; el personaje de este tango era una obrera francesa, que siendo “la flor de Paris, un sueño de novela trajo al arrabal”, en sus versos se la  va comparando con personajes de novelas francesas del siglo XIX  en cuanto a su trágica vida:

 

GRISETA

Mezcla rara de Museta y de Mimí

 con caricias de Rodolfo y de Schaunard, (1)

 era la flor de París

 que un sueño de novela trajo al arrabal…

 Y en el loco divagar del cabaret,

 al arrullo de algún tango compadrón,

 alentaba una ilusión:

 soñaba con Des Grieux,

 quería ser Manon. (2)

 

Francesita,

 que trajiste, pizpireta,

 sentimental y coqueta

 la poesía del quartier, (3)

 ¿quién diría

 que tu poema de griseta

 sólo una estrofa tendría:

 la silenciosa agonía

 de Margarita Gauthier? (4)

 

Mas la fría sordidez del arrabal,

agostando la pureza de su fe,

 sin hallar a su Duval, (5)

 secó su corazón lo mismo que un muguet. (6)

 Y una noche de champán y de cocó, (7)

 al arrullo funeral de un bandoneón,

 pobrecita, se durmió,

 lo mismo que Mimí,

 lo mismo que Manón. (8)

(1) Menciona a los personajes de la novela “Scènes de la vie de Bohème” de Henri Murger (1822-1861), sobre la que se hizo la famosa ópera de Puccini “La boheme”. Musetta y Mimí son dos costureritas que viven apasionados romances al igual que Rodolfo, amante de Mimí,y Schaunard, un músico.

 (2) Aquí menciona a los personajes de la novela “Les Aventures du Chevalier Des Grieux et de Manon Lescaut” del abad Antoine François Prévost d’Exiles (1697-1763), mejor conocido como Abate Prévost. Aquí Des Grieux es amante de Manon, quien muere hacia el final de la novela.

(3) “Barrio”, en buen francés.

 (4) Margarita Gauthier es el personaje central de la novela “La dama de las camelias” de Alejandro Dumas (h) (1824-1895), quien también muere tristemente víctima de la tuberculosis.

 (5) Armand Duval es el amante de Margarita Gauthier en la novela de Dumas.

(6) El muguet es un arreglo floral típico de Francia con la que se estila adornar la ciudad los primeros de mayo. Son unas campanillas blancas que se marchitan en poco tiempo.

(7) Champán y cocaína

(8) Se vuelve a mencionar a los personajes de “Scènes de la vie de Bohème” y “Manon Lescaut” respectivamente, ambas con un final trágico.

(extraído de www.blogsdelagente.com)

Otras jóvenes francesas también se sintieron deslumbradas por el tango y se enamoraron, y aunque no necesariamente culminaron en su vida trágicamente como Griseta, sus sueños se evaporaron y se quedaron en la soledad lejos de su país; de la inspiración de Enrique Cadicamo surgen los conocidos versos de:

Madame Ivonne

Tango 1933

Música: Eduardo Pereyra

Letra: Enrique Cadícamo

Mamuasel Ivonne era una pebeta

que en el barrio posta de viejo Montmartre,

con su pinta brava de alegre griseta

animó la fiesta de Les Quatre Arts.

Era la papusa del barrio latino

que supo a los puntos del verso inspirar...

Pero fue que un día llego un argentino

y a la francesita la hizo suspirar.

 

Madame Ivonne,

la Cruz del Sur fue como el signo,

Madame Ivonne,

fue como el signo de tu suerte...

Alondra gris,

tu dolor me conmueve,

tu pena es de nieve...

Madame Ivonne...

 

Han pasado diez años que zarpó de Francia,

Mamuasel Ivonne hoy solo es Madam...

La que va a ver que todo quedó en la distancia

con ojos muy tristes bebe su champán.

Ya no es la papusa del Barrio Latino,

ya no es la mistonga florcita de lis,

ya nada le queda... Ni aquel argentino

que entre tango y mate la alzó de París

 

En 1920 viaja a Paris Eduardo Arolas - el tigre del bandoneón - bandoneonista, director y compositor de tangos, fue sin duda uno de los músicos mas destacados y quien contribuyo en gran parte a la difusión del tango en Paris, a pesar de muerte prematura a los 32 años, de su etapa parisina ha dejado: Comme il faut, Place Pigall, El Marne entre otras famosas obras.

La presencia de Carlos Gardel en Francia merece un desarrollo propio, dado que no solo fue uno de los exponentes más importantes del tango en Paris, sino que su presencia sirvió también para incursionar en el cine, contando con la colaboración de Alfredo Lepera en las  letras de sus tangos y en los guiones de las películas.

El gran poeta de tango que fue Enrique Cadicamo también fue uno de los referentes más importantes de la presencia del tango en Paris, fue precisamente allí donde conoció a Carlos Gardel, en el emblemático cabaret “El Garrón”. Cadicamo fue el autor al que Gardel le grabo mas tangos.

Cabaret ”El garrón”:

En 1920 llega a Francia Manuel Pizarro, con su bandoneón se transformo en un gran embajador del Tango argentino,  en Paris, con su conjunto actuó en el cabaret Princesse                 posteriormente de acuerdo con el propietario y ya a cargo del cabaret lo rebautizo con el nombre de “El Garrón”

La inauguración del cabaret con su nuevo nombre, se realizo  en diciembre de 1920, estuvieron presentes: Marcelo T. de Alvear (diplomático y futuro presidente argentino), Mauirice Chevalier, Mistinguette, Rodolfo Valentino y muchos famosos.

En esa oportunidad Pizarro y sus músicos tocaron, La morocha, El choclo y Derecho Viejo, el éxito  fue total y el tango argentino fue victoriado por el público.

En este mítico cabaret parisino recalaron casi todos los referentes del tango de esa época.

Un Paris con una gran colonia de argentinos de todos los estilos, cantores, músicos y poetas, bohemios y los jóvenes de la sociedad porteña, todos ávidos de fiestas, música y diversión encontraron en El Garrón su refugio tanguero.

Pasaron por El Garrón entre otros muchos famosos: Carlos Gardel, el Vasco Ain  quien exhibió sus dotes de bailarín en este lugar y un desconocido japonés que se deleitaba con los pasos de baile: el Baron Megata

En 1920 el barón Tsunayoshi Megata, llega a París a fin de realizarse una operación en el rostro. Posteriormente de visita al cabaret El Garrón, queda fascinado por el tango y aprende a bailarlo hasta ser un verdadero bailarín de tango.

Cuando retorna a Japón en 1926, lleva una importante cantidad de grabaciones de tango e incluso abre una academia para aprender a bailar el tango gratuitamente. Este personaje fue uno de los adelantados a la llegada del tango a Japón, transformándose  en un éxito resonante.

En su reconocimiento Luis Alposta, luego de haber realizado una visita a Japón e interiorizado de su vida, escribió la letra del tango en su homenaje, cuya música fue compuesta por Edmundo Rivero:

 

A lo Megata

Tango

Música: Edmundo Rivero

Letra: Luis Alposta

 

El barón Megata, en el año veinte,

se tomaba el buque con rumbo a París,

y allí, entre los tangos y el "dolce far niente",

el japonesito se hizo bailarín.

Flaco y bien plantado. Pinta milonguera.

De empilche a lo duque, aun siendo barón.

Bailó con Pizarro, y una primavera

empacó los discos y volvió a Japón.

 

Y así llevó el tango

a tierra nipona,

donde gratarola

lo enseñó a bailar.

Cuentan que Megata

no cobraba un mango,

por amor al tango

y por ser bacán.

 

No sólo enseñaba cortes y quebradas,

también daba clases de hombría de bien;

junaba de noches y de madrugadas,

piloteaba aviones y más de un beguén.

Y tal vez ahora, que está aquí presente,

mientras una Sony nos pasa "Chiqué",

alguien, allá en Tokio, elegantemente,

baile a lo Megata sin saber quién fue.

 

 Las milonguitas afranchutadas:

Mientras tanto, en nuestro país, las milonguitas no aceptan su destino y algunas copian el estilo de lo que imaginan, ser francesas o al menos mostrarse como tales:

Che papusa oí!

Tango 1927

Música: Gerardo Matos Rodríguez

Letra: Enrique Cadícamo

……………………………………………………

Milonguerita linda, papusa y breva,

con ojos picarescos de pippermint,

de parla afranchutada, pinta maleva                                

y boca pecadora color carmín,

engrupen tus alhajas en la milonga

con regio faroleo brillanteril

y al bailar esos tangos de meta y ponga

volvés otario al vivo y al rana gil.

 

Muñeca brava

Tango 1929

Música: Luis Visca

Letra: Enrique Cadícamo

Che madam que parlas en francés

y tirás ventolín a dos manos,               

que escabiás copetín bien frapé

y tenés gigoló bién bacán...

………………………………………….

Excelente y recordada actuación teatral  de Tita Merello –“Tita de Buenos Aires”:

Ahora te llaman Lulu

 (milonga)

Letra : Rodolfo Manuel Taboada

Música: Mariano Mores 

………………………………………………

Hoy sos Lulú de Montparnasse,

La del Trianón y el Palais de Glace.

Chamuyás cuatro macanas en francés

Y paseás con un perrito pekinés.

Hoy sos cocó y sos vedette,

Hoy tenés poses de midinette.

Pero ese grupo es pa´ los otarios,

Pa´ mí sos la flor del barrio,

Sos el recuerdo y el dulce hechizo

Del que fue tu primer amor.

 

 Las musas argentinas:

En este ida y vuelta entre Argentina y Francia, algunas jóvenes argentina también se sintieron deslumbradas por la ciudad luz, algunas fueron y volvieron otras se quedaron y algunas murieron en ese Paris que termino siendo su tumba.

 La temática tanguera ha expresado todas estas situaciones y los letristas volcaron  su poesía  lograda por la inspiración de esas musas que tan generosamente se les brindaron.

La que murió en París

Tango - 1930

Letra: Héctor Pedro Blomberg. –

 Música: Enrique Maciel.

 

Yo sé que aún te acuerdas del barrio perdido,

de aquel Buenos Aires que nos vio partir,

que en tus labios fríos aun tiemblan los tangos

que en París cantabas antes de morir.

La lluvia de otoño mojó los castaños,

pero ya no estabas en el bulevar.

Muchachita criolla de los ojos negros,

tus labios dormidos ya no han de cantar.

 

Siempre te están esperando

allá en el barrio feliz.

Pero siempre está nevando

sobre tu sueño en Paris.

Paloma, cómo tosías

aquel invierno, al llegar...

Como un tango te morías

en el frío bulevar.

 

Envuelta en mi poncho temblabas de frío

mirando la nieve caer sin cesar.

Buscabas mis manos cantando en tu fiebre

el tango que siempre me hacía llorar.

Me hablabas del barrio que ya no verías,

de nuestros amores y de un carnaval...

Y yo te miraba... Paris y la nieve

te estaban matando, flor de mi arrabal.

 

Y así una noche te fuiste

por el frío bulevar,

como un tango viejo y triste

que ya nadie ha de cantar.

Siempre te están esperando

allá en el barrio feliz,

pero siempre está nevando

sobre tu sueño, en Paris...

Lo estrenó Ignacio Corsini, quien lo grabó en diciembre de 1930 con las guitarras de Pagés, Pesoa y Maciel. Después lo registraron reconocidos intérpretes (hermosa la grabación de Rubén Juárez)

 

A pesar de todo Paris se sigue añorando y el recuerdo juvenil  llega en la voz de esa pregonera:

Pregonera

Tango 1945

Música: Alfredo De Angelis 

Letra: José Rótulo 

Princesita rubia de marfil

dueña de mi sueño juvenil,

la que pregonando flores

un día de abril,

recuerdo por las calles de París.

Una rosa roja para usted,

roja como el ansia de querer,

rosas y claveles blancos,

blancos de ilusión

y sigue la princesa su pregón.

 

Un cariño y un clavel

para el ojal, para el querer.

El clavel es de ilusión,

mi corazón rojo punzó.

Y la tarde fue muriendo,

y el pregón me va siguiendo.

Un cariñito y un clavel,

sólo el clavel, lo que quedó.

 

Princesita rubia de marfil,

dónde fue tu risa tan sutil,

junto con tus flores muertas

muere mi ilusión.

Y escucho el eco tenue de tu voz.

Es como un susurro sin cesar,

que va despertando mi ansiedad,

es mi fantasía loca

que vuelve a soñar.

De nuevo soy feliz con tu cantar.

 

José Rotulo, nació en Uruguay en 1905 y falleció en Buenos Aires en 1965  autor entre otras de: Mimi Pinson, Pregonera, Muñequita de Paris, Adiós Paris…esta última obra nos despide de la aventura parisina y de vuelta al terruño:

Adiós París

Tango

Música: Graciano Gómez

Letra: José Rótulo

¡Adiós París... chau mi París!

Quiero volver a mi Argentina.

Quiero poder acariciar un día

tantos recuerdos que dejé por vos.

……………………………………………………..

Bibliografía consultada:



Roberto Selles – www.lptango.com.ar

Roberto Selles -  www.tangoreprter.com

Eduardo Aldiser – www.argentinatango.es



 

Miguel Ángel Viciconte


 

 

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