miércoles, 14 de agosto de 2013

"Barrio...sos reliquia del pasado"


“Barrio…sos reliquia del pasado”

Los espacios territoriales urbanos están definidos dentro del concepto de la geografía urbana: el centro, el barrio, el suburbio, el arrabal,  cada uno y dentro de las disciplinas propias tiene su propia caracterización, no obstante desde la expresión poética del tango han asumido roles que  los encuadran mas allá de lo geográfico.

Considerando que el  tango representa a  una clase social, baja, humilde, trabajadora, pobre, las temáticas de sus letras han desarrollado toda una representación del barrio, el arrabal, el suburbio y las orillas, en cada caso con los personajes que  los representan y sus sentimientos.

El barrio es un espacio territorial dentro de una ciudad que se identifica por un grupo humano de características especiales, estos habitantes cuentan con un sentido de permanencia al mismo, a veces este sentido de permanencia genera antagonismos con los habitantes de un barrio vecino.

El barrio en el tango se encuentra inserto en el arrabal, su definición es más precisa en lo territorial, se lo nombra con calles, callejones, esquinas, faroles……..A veces los barrios, en el tango se identifican por su nombre: Almagro, Pompeya.

El sentido de pertenencia al barrio se encuentra plasmado con con la fuerza que el poeta Francisco García Jiménez es capaz de expresarlo en las letras de este hermoso tango:

Barrio pobre

Tango 1926

Música:  Vicente Belvedere 

Letra:  Francisco García Jiménez

 

En este barrio que es reliquia del pasado,

por esta calle, tan humilde tuve ayer,

detrás de aquella ventanita que han cerrado,

la clavelina perfumada de un querer...

Aquellas fiestas que en tus patios celebraban

algún suceso venturoso del lugar,

con mi guitarra entre la rueda me contaban

y en versos tiernos entonaba mi cantar...

 

Barrio... de mis sueños más ardientes,

pobre...cual las ropas de tus gentes.

Para mí guardabas toda la riqueza

y lloviznaba la tristeza

cuando te di mi último adiós...

¡Barrio... barrio pobre, estoy contigo!...

¡Vuelvo a cantarte, viejo amigo!

Perdoná los desencantos de mi canto,

pues desde entonces, lloré tanto,

que se ha quebrado ya mi voz...

 

Por esta calle iba en pálidas auroras

con paso firme a la jornada de labor;

cordial y simple era la ronda de mis horas;

amor de madre, amor de novia...¡siempre amor!

Por esta calle en una noche huraña y fría

salí del mundo bueno y puro del ayer,

doblé la esquina sin pensar lo que perdía,

me fui sin rumbo, para nunca más volver....

 

El poeta Homero Manzi ha identificado su barrio con el tango y esto  tan destacable lo hace con un nivel de análisis y detalle asombroso y capaz de encontrar cabida en la letra de este tango:

Barrio de tango

Tango 1942

Música:  Aníbal Troilo 

Letra:  Homero Manzi 

 

Un pedazo de barrio, allá en Pompeya,

durmiéndose al costado del terraplén.

Un farol balanceando en la barrera

y el misterio de adiós que siembra el tren.

Un ladrido de perros a la luna.

El amor escondido en un portón.

Y los sapos redoblando en la laguna

y a lo lejos la voz del bandoneón.

 

Barrio de tango, luna y misterio,

calles lejanas, ¡cómo estarán!

Viejos amigos que hoy ni recuerdo,

¡qué se habrán hecho, dónde estarán!

Barrio de tango, qué fue de aquella,

Juana, la rubia, que tanto amé.

¡Sabrá que sufro, pensando en ella,

desde la tarde que la dejé!

Barrio de tango, luna y misterio,

¡desde el recuerdo te vuelvo a ver!

 

Un coro de silbidos allá en la esquina.

El codillo llenando el almacén.

Y el dramón de la pálida vecina

que ya nunca salió a mirar el tren.

Así evoco tus noches, barrio 'e tango,

con las chatas entrando al corralón

y la luna chapaleando sobre el fango

y a lo lejos la voz del bandoneón.

 

Almagro

Tango 1930

Música:  Vicente San Lorenzo 

Letra:  Iván Diez 

 

Cómo recuerdo, barrio querido,

aquellos tiempos de mi niñez...

Eres el sitio donde he nacido

y eres la cuna de mi honradez.

Barrio del alma, fue por tus calles

donde he gozado mi juventud.

Noches de amor viví,

con tierno afán soñé

y entre tus flores

también lloré...

¡Qué triste es recordar!

Me duele el corazón...

Almagro mío,

¡qué enfermo estoy!

 

Almagro, Almagro de mi vida,

tú fuiste el alma de mis sueños...

Cuántas noches de luna y de fe,

a tu amparo yo supe querer...

Almagro, gloria de los guapos,

lugar de idilios y poesía,

mi cabeza la nieve cubrió;

ya se fue mi alegría

como un rayo de sol.

 

El tiempo ingrato dobló mi espalda

y a mi sonrisa le dio frialdad...

Ya soy un viejo, soy una carga,

con muchas dudas y soledad.

Almagro mío, todo ha pasado;

quedan cenizas de lo que fue...

Amante espiritual

de tu querer sin fin,

donde he nacido

he de morir.

Almagro, dulce hogar,

te dejo el corazón

como un recuerdo de mi pasión.

 

Bajo un cielo de estrellas

Vals 1941

Música:  Enrique Francini  /  Héctor Stamponi 

Letra:  José María Contursi 

                                                                                          Canta Luis Cardei

Mucho tiempo después de alejarme,

vuelvo al barrio que un día dejé...

con el ansia de ver por sus calles

mis viejos amigos, el viejo café.

En la noche tranquila y oscura

hasta el aire parece decir:

"No te olvides que siempre fui tuya

y sigo esperando que vuelvas a mí".

 

En esta noche vuelvo a ser

aquel muchacho soñador

que supo amarte y con sus versos

te brindó sus penas...

Hay una voz que me dice al oído :

"Yo sé que has venido

por ella... por ella !".

Qué amable y qué triste es a la vez

la soledad del arrabal

con sus casitas y los árboles que pintan sombras.

Sentir que todo... que todo la nombra,

¡qué ganas enormes me dan de llorar!

 

Bajo el cielo cubierto de estrellas

una sombra parezco al pasar...

No he de verme jamás con aquella

¡qué tanto me quiso... y hoy debo olvidar!

En la noche tranquila y oscura

hasta el aire parece decir:

"Para qué recordar que fui tuya

si yo ya no espero que vuelvas a mí!".

 

La orilla es el ultimo eslabón de la ciudad antes de adentrarse en la zona rural, los orilleros  eran aquellos personajes derivados del gaucho que al cerrarse y delimitarse los campos, son expulsados hacia las ciudades, sin llegar a incorporarse a ellas. 

Sus características humanas tienen la rudeza de su antecesor, el gaucho, de este deviene el compadre y en su versión más atenuada el compadrito.

El suburbio es la zona marginal de la ciudad es decir esta mas allá de la zona urbana.

El gran poeta que fue  Evaristo Carriego nos dejo su obra “El alma del suburbio” (aparece en 1913 un año después de su muerte en 1912)

Frente a una ciudad en pleno desarrollo y expansión, comienzan a definirse los personajes que identifican al suburbio, Carriego expresa desde lo literario las características de ese ámbito y los perfiles de quienes lo integran, dejando en su obra las semillas que servirán para que el incipiente tango vuelque en sus letras ese mundo que lo identifica.

El arrabal es la zona extramuros de las ciudades del Medioevo, este concepto en nuestro país y merced a los  aportes del tango  han conceptualizado al arrabal, mas allá de lo geográfico con un ámbito cuyas características refieren a habitantes de  una clase social humilde, y desde el recuerdo del mismo evoca la nostalgia de un  pasado de sueños,  ilusiones y amores.

Las letras de los tangos expresan un arrabal bastante heterogéneo y de acuerdo a las imágenes creadas por el poeta en pos de su expresión literaria.

El poeta  Alfredo Lepera transita de su “Arrabal amargo” a “Melodía de arrabal” donde los sentimientos pintan ámbitos totalmente encontrados entre si.

Melodía de arrabal

Tango 1932

Música:  Carlos Gardel 

Letra:  Alfredo Le Pera  /  Mario Battistella 

Barrio plateado por la luna,

rumores de milonga

es toda su fortuna.

Hay un fueye que rezonga

en la cortada mistonga,

mientras que una pebeta,

linda como una flor,

espera coqueta

bajo la quieta

luz de un farol.

 

Barrio... barrio..

que tenés el alma inquieta

de un gorrión sentimental.

Penas...ruego...

¡es todo el barrio malevo

melodía de arrabal!

Barrio... barrio...

perdoná si al evocarte

se me pianta un lagrimón,

que al rodar en tu empedrao

es un beso prolongao

que te da mi corazón.

 

Cuna de tauras y cantores,

de broncas y entreveros,

de todos mis amores.

En tus muros con mi acero

yo grabé nombres que quiero.

Rosa, "la milonguita",

era rubia Margot,

en la primer cita,

la paica Rita

me dio su amor.

 

El habitante del arrabal es denominado arrabalero, pero esta connotación apunta a más a su relación con el tango. 

 

Arrabalera

Tango 1950

Música:  Sebastián Piana 

Letra:  Cátulo Castillo 

                                               Canta Tita Merello

 

Mi casa fue un corralón

de arrabal bien proletario,

papel de diario el pañal,

del cajón en que me crié...

Para mostrar mi blasón,

pedigree modesto y sano.

¡Oiga, che!... ¡Presénteme...

¡Soy Felisa Roverano,

tanto gusto, no hay de que!...

 

¡Arrabalera,

como flor de enredadera

que creció en el callejón!

¡Arrabalera,

yo soy propia hermana entera

de Chiclana y compadrón!...

Si me gano el morfi diario,

qué me importa el diccionario

ni el hablar con distinción.

Llevo un sello de nobleza,

soy porteña de una pieza,

tengo voz de bandoneón.

 

Si se le da la ocasión,

de bailar un tango arrespe,

encrespe su corazón,

de varón sentimental.

Y al revolear mi percal,                                                                         

márqueme su firulete,

que en el brete musical

se conoce, la gran siete,

mi prosapia de arrabal.

 

El tango nace en los arrabales, los conventillos,  los boliches de cuarteadores y otros ámbitos, lo nutren las orillas y comienza a acercarse al centro, luego de haber sido aceptado en Francia.

 Cambios en la danza, en la música, en la estructura musical de sus conjuntos, van modelándolo para ingresar al mundo de las luces.

El centro representa, en el tango,  el progreso, lo más respetable, la parte alta de la escala social, pero también representa el vicio y la inmoralidad, las luces que encandilan y el fracaso.

El centro y el arrabal representan dos extremos muy distantes uno de otro

Margot

Tango 1921

Música:  José Ricardo  /  Carlos Gardel 

Letra:  Celedonio Flores 

Se te embroca desde lejos, pelandruna abacanada,

que has nacido en la miseria de un convento de arrabal...

Porque hay algo que te vende, yo no sé si es la mirada,

la manera de sentarte, de mirar, de estar parada

o ese cuerpo acostumbrado a las pilchas de percal.

Ese cuerpo que hoy te marca los compases tentadores

del canyengue de algún tango en los brazos de algún gil,

mientras triunfa tu silueta y tu traje de colores,

entre el humo de los puros y el champán de Armenonville.

 

Son macanas, no fue un guapo haragán ni prepotente

ni un cafisho de averías el que al vicio te largó...

Vos rodaste por tu culpa y no fue inocentemente...

¡berretines de bacana que tenías en la mente

desde el día que un magnate cajetilla te afiló!

 

Yo recuerdo, no tenías casi nada que ponerte,

hoy usas ajuar de seda con rositas rococó,

¡me reviente tu presencia... pagaría por no verte...

si hasta el nombre te han cambiado como has cambiado de suerte:

ya no sos mi Margarita, ahora te llaman Margot!

 

Ahora vas con los otarios a pasarla de bacana

a un lujoso reservado del Petit o del Julien,

y tu vieja, ¡pobre vieja! lava toda la semana

pa' poder parar la olla, con pobreza franciscana,

en el triste conventillo alumbrado a kerosén.

 

Muchacho

Tango 1926

Música:  Edgardo Donato 

Letra:  Celedonio Flores 

                                                Canta Ángel Vargas

Muchacho que porque la suerte quiso

vivís en un primer piso

de un palacete central,

que pa' vicios y placeres,

para farras y mujeres

disponés de un capital.

Muchacho

que no sabés el encanto

de haber derramado llanto

sobre un pecho de mujer;

y no sabés qué es secarse

en una timba y armarse

para volverse a meter;

 

que decís que un tango rante

no te hace perder la calma

y que no te llora el alma

cuando gime un bandoneón;

que si tenés sentimiento

lo tenés adormecido

pues todo lo has conseguido

pagando como un chabón.

 

Decime

si en tu vida pelandruna,

bajo la luz de la Luna

o si no bajo un farol,

no te has sentido poeta

y le has dicho a una pebeta

que ella es más linda que el Sol.

 

Decime

si conocés la armonía,

la dulce policromía

de las tardes de arrabal,

cuando van las fabriqueras

tentadoras y diqueras

bajo el sonoro percal...

 

De tardecita

Tango 1927

Música:  Nicolás Messutti 

Letra:  Carlos Álvarez Pintos 

                                                          Canta Luis Cardei

Volvés de tardecita,

al barrio lindo que te vio,

en otra tardecita,

irte siguiendo una ilusión...

Ves que todo está igualito,

nada cambió en el nidito,

que alegrabas con tu risa ayer...

Y aunque vuelvas derrotada,

sabrás que la muchachada

te sigue teniendo siempre fe...

 

La luz del centro te hizo creer,

que la alegría

que vos querías

estaba lejos de tu arrabal

y vestías sedas, y no percal...

Ir bien vestida, llevar gran lujo,

era el embrujo

de tu ambición...

¡Equivocando el camino,

vendiste tu corazón!...

 

Desde que vos te fuiste,

el barrio nunca más cantó...

Una pena muy triste,

todas las cosas envolvió...

Cuántas veces tu viejita,

al caer la tardecita,

creyó ver, temblando de emoción,

que daba vuelta la esquina,

la mimosa chiquilina,

que regresaba a pedir perdón...

 

A principios de siglo  XX la población era mayoritariamente masculina,  los inmigrantes eran en su mayoría hombres solos, que aspiraban mejorar económicamente y regresar a sus países o bien traer a sus familias,  muchas mujeres llegaban para ejercer la prostitución y algunas mujeres  que trabajaban, en fabricas u otros oficios, aspiraban a crecer económica y socialmente y este deseo las trasladaba al centro a trabajar en los cabarets, como coperas, bailando y hasta ejerciendo la prostitución.

Este personaje femenino, que con el tiempo sufre los desencantos al pasar los años, ha sido incorporado a las letras de tango como un arquetipo al que dio en llamarse milonguita, nombre que  le fue dado por Samuel Linning

Milonguita

(1920)

Letra : Samuel Linning 

Música : Enrique Delfino 

 

¿Te acordás, Milonguita?, vos eras

La pebeta mas linda ´e Chiclana

La pollera cortona y las trenzas...

Y en las trenzas un beso de sol...

 

Y en aquellas noches de verano

Qué soñaba tu almita, mujer,

Al oír en la esquina algún tango

Chamuyarte bajito de amor.

 

Estercita...

Hoy te llaman Milonguita,

Flor de noche y de placer

Flor de lujo y cabaret.

 

Milonguita...

Los hombres te han hecho mal

Y hoy darías toda tu alma

Por vestirte de percal.

 

Cuando sales por la madrugada

Milonguita, de aquel cabaret,

Toda tu alma temblando de frío

Dice: ¡Ay, si pudiera querer!...

 

Y entre el vino y el último tango

P’ al cotorro te saca un bacán...

¡Ay, qué sola, Estercita, te sientes!

Si llorás, dicen que es el champán.

 

En el tango se plasma la nostalgia por el barrio, los recuerdos devienen a la mente y ejercen un imán para el retorno….pero el barrio ya no es el mismo y los actores tampoco y así se entiende que el retorno es una huida, como crudamente lo expresa el gran poeta uruguayo que fue Mario Benedetti (1920-2009)

El barrio

Mario Benedetti

Volver al barrio siempre es una huida

casi como enfrentarse a dos espejos

uno que ve de cerca / otro de lejos

en la torpe memoria repetida

la infancia / la que fue / sigue perdida

no eran así los patios / son reflejos /

esos niños que juegan ya son viejos

y van con más cautela por la vida

el barrio tiene encanto y lluvia mansa

rieles para un tranvía que descansa

y no irrumpe en la noche ni madruga

si uno busca trocitos de pasado

tal vez se halle a sí mismo ensimismado /

volver al barrio siempre es una fuga

 

Miguel Angel Viciconte


 

Bibliografia consultada:

www.todotango.com.ar


El arrabal en el tango – Miguel Angel Garcia
www.deletra

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