“nostalgia del barrilete”
El
barrilete y el niño
El barrilete y el niño se
han considerado como una relación muy especial: pasatiempo, juguete y amigo.
Raúl González Tuñón
(1905-1974) poeta y periodista, fue uno de los iniciadores de la poesía social
de la argentina, gran viajero supo volcar en sus obras estas cuestiones de los lugares que visito.
De su inspiración, nos ha
dejado esta hermosa poesía
El barrilete con forma de estrella
Se escapó de
repente como un sueño
de la mano de
un niño, y éste, bajo
la opaca luz
de otoño, levemente
le dijo adiós
con la frustrada mano.
Quiso volar
el proletario Ícaro
de papel
pobre y manoseada piola
y allá quedó
enredado en la azotea
entre un
alado susto de palomas.
Como estaba
tan solo y era apenas
una metáfora
del perdido cielo
vino un
cometa y lo llevó consigo
hacia la
Calle de la Luna, lejos.
Pero el alma
sutil del evadido
en fugitiva
nube regresando,
se introdujo
en el niño para siempre.
Y ahora
siempre estará, siempre volando,
su corazón de
barrilete.
Esta última estrofa indica
una relación “simbiótica” del niño con “el alma sutil del evadido”, la poesía
se permite establecer esta estrecha
relación que en otras épocas ha tenido un sentido de gran valor y que
tímidamente pareciera que tiende a renacer.
Historia
del barrilete
Este objeto que ha acompañado a los niños, tiene
un origen un tanto incierto, aunque existen antecedentes de haber sido
remontados en China y el archipiélago de Malasia casi 3000 años antes. Un
general chino había utilizado un barrilete sobre una ciudad sitiada para
calcular distancias lo que le permitió adoptar acciones militares logrando la
victoria.
Desde China y a través de
las distintas rutas comerciales la existencia del barrilete llego a Corea,
India y Japón, en este país se lo utilizaba como figuras mágicas para ahuyentar
los malos espíritus; a partir de 1600 el barrilete se popularizo en Japón,
aunque hubo intentos de desalentar este pasatiempo porque se aducía que la
gente descuidaba el trabajo.
Ya en el siglo XV se conocía
la existencia del barrilete en la India. En Micronesia según narraciones se
pescaba utilizando el barrilete.
Las historias sobre los
barriletes llegaron a Europa a través de Marco Polo, pero su introducción se
debe a los marinos holandeses por sus relaciones con Malasia.
Los hombres de ciencia
utilizaron el barrilete para sus
trabajos de investigación, incluso fueron utilizados como contribución al
desarrollo de la aviación.
En nuestros tiempos el
barrilete se utiliza como elemento de recreación y un pasatiempo, también como
deporte, y en todas las edades.
El
barrilete como juego artesanal en la niñez
El barrilete no solo
acompaña la niñez como un juego sino que además motiva un desafío de creación
propia, totalmente artesanal.
Al llegar la primavera, con sus vientos aptos
para remontar barriletes, comenzaba la actividad de construirlos y llevarlos al
cielo, en una competencia que requería de todos nuestros sentidos.
Se construían con cañas,
papel (de diario), engrudo ( harina y agua), tiras de tela (para la cola), hilo
(el más preciado tesoro, no siempre se podía comprar, juntábamos y añadíamos
hilos durante el año) . Preparábamos un armazón de cañas, cortadas en varillas,
atadas fuertemente en el centro; con dos cañas era el más simple, un rectángulo
– la tarasca - con mas cañas hacíamos una bomba, una estrella. El perímetro se unía con un hilo, bien fuerte,
simétricamente y estaba la estructura armada.
El papel se colocaba dejando
un borde al exterior que se doblaba sobre el hilo y se pegaba con el engrudo,
previamente se unían papeles para cubrir toda la superficie. Desde atrás se
pegaban tiritas de papel sobre la caña y pegadas al papel para evitar los
movimientos bruscos en la altura que podían romperlo.
Si el perímetro se unía con hilos intercalando las cañas, permitía
que el colocar el papel se hiciera respetando la forma de una estrella.
Al papel se le agregaba
exteriormente una tira de papel de algunos centímetros que se cortaba casi
hasta el final armando flecos, estos al volar el barrilete le daban un efecto de movimientos y sonido que lo
embellecía.
Los tiros eran tres hilos que se unían desde dos cañas y del
centro a una distancia que permitiera
atar el hilo del ovillo que le daría la posibilidad de elevarse. Quien más
hilo tenia mas se lucia, era todo un desafío.
Hacia abajo se colocaba la
cola, un hilo que se ataba desde dos
cañas de abajo permitía atar ese elemento que se armaba atando telas, trapos y
que permitía la estabilidad del barrilete, si la cola era corta el barrilete
“coleaba” es decir giraba sobre sí mismo y caía.
Cuando apareció el papel de barrilete, los hermosos colores y su
característica de ser fácil de utilizar para la confección, daba la posibilidad
de armar figuras, casi siempre , las del club de futbol, y esto era una nueva forma de diferenciarse y competir
sanamente, claro que no todos tenían acceso a este gasto y adelante con el
papel de diario.
Y Ahora a remontarlo,
alguien lo sostenía por las cañas desde atrás y el “piloto” se alejaba a una
distancia prudente, con buen viento, desde atrás el solo soltarlo y comenzar la
compleja tarea de tirar del hilo y aflojarlo
permitía que se elevara, a veces con menos viento era necesario
desplazarse hacia atrás casi corriendo y hacer las maniobras del caso.
Cuando el barrilete ya se
sostenía en el aire por sí mismo, solo
había que darle hilo y tirar cada tanto para evitar una posible caída, a mas
altura la cosa ya estaba resuelta, claro que el viento actuaba por sí mismo y
había que estar atento para decidir si convenía elevarlo o bajarlo.
Toda una actividad compleja,
que requería, atención, decisión y estar
expuesto a reveses sin desanimarse y comenzar de nuevo, a veces la caída
significaba reparar el barrilete por roturas del papel (que se emparchaba) o
por cortes del hilo del armazón o de
alguna caña, esto ya nos sacaba de la cancha y a veces significaba hacer
todo de nuevo.
Y lo más importante no se
necesitaba carnet de conductor, ni había
limites para la edad, todos podíamos.
Hoy las nuevas técnicas
constructivas nos ofrecen barriletes que se adquieren, con materiales más
novedosos, estructuras con volumen, con colores llamativos, semejando figuras,
a veces de pájaros, en las playas es común ver estos barriletes, que se venden
en el lugar y se aprovecha el viento del mar que permite remontarlos
rápidamente.
Simbología
de una niñez pobre y carenciada
Los niños pobres tenían
pocas oportunidades de acceder a juegos o pasatiempos, salvo lo que le
permitían sus propias inquietudes, creatividad
y posibilidades.
Esta etapa en la vida de un niño pobre ha sido
tomada
por Antonio Berni el gran pintor,
ilustrador y grabador argentino nacido en Rosario, Santa Fe en 1905 y fallecido en 1981.
La época que le toco vivir a
Berni fue representada a través de sus obras con un gran carga de sentido
social , entre sus personajes famosos se encuentran Juanito Laguna y Ramona
Montiel, estos representan la clase pobre, habitantes de la villa, aunque ambos
personajes de características distintas.
Juanito Laguna es lo que se
conoce como ciruja, su padre un obrero, Berni ha representado en Juanito a
todos los niños del mundo, niños pobres pero no pobres niños.
Berni expreso que había creado
a Juanito Laguna como “un símbolo para despertar la conciencia de la gente…”
Esta genial creación de Berni, también sirvió de
inspiración a autores y compositores que volcaron su talento en hermosos poemas
y canciones.
Hamlet
Lima Quintana ha llevado a la poesía la emblemática obra de Berni,
sobre Juanito Laguna remontando su barrilete y con la música de René
Cosentino, nos han dejado:
Juanito Laguna remonta un barrilete
Si Juanito
Laguna llega a la nube
es el viento que viene, lo ama y lo sube,
es el nombre Juanito en la cañada
es el nombre Laguna, casi no es nada.
Corazones de
trapo sueñan la cola.
Palomita torcaza su cara sola,
si Juanito Laguna sube y se queda
es, tal vez, porque puede,
puede que pueda.
¡Ay! Juanito
Laguna
Volará el barrilete con tu fortuna.
Con el viento
la caña silba una huella
y la huella se pierde, Juanito en ella.
Si Juanito Laguna le presta un sueño
es el canto que sube hasta su dueño.
Es un ojo en el aire, es carta y sobre:
Barrilete Laguna, Juanito Pobre.
Si Juanito Laguna sueña conmigo
volveré en barrilete para mi amigo.
El
tango referencia al barrilete
El tango no ha estado ajeno
en sus poesías a los sentimientos que encuentran en el barrilete el elemento
para expresarse.
Reynaldo Yiso
(1915-1978) fue autor de una gran
cantidad de tangos, algunos como “El
bazar de los juguetes” y “El sueño
del pibe” con una alta carga de emotividad y cuyo personaje central es un
niño
Esta temática también va de la mano con el tango “Cuatro
líneas para el cielo”, donde la inocencia de un niño imaginan al barrilete que
va hacia el cielo a llevarle una carta a
su mama…
Cuatro líneas para el cielo
Tango 1949
Música: Arturo Gallucci
Letra: Reinaldo Yiso
Llevando a un
muchachito sujeto de la mano
se presentó
al sargento que estaba de facción.
"El
mundo está perdido", le dijo entre asombrado,
"apenas
siete años, tan chico y ya ladrón".
El pibe
mientras tanto lloraba amargamente.
"¿Y qué
es lo que ha robado?", dijo la autoridad.
"Robó un
ovillo de hilo", le respondió el librero,
"a todos
estos pillos debieran encerrar".
Señor, yo no
lo niego.
Es cierto que
he robado,
me faltaba
tan poco
para poder
llegar
con este
barrilete
hasta el azul
del cielo,
allí donde se
ha ido
ayer nomás
mamá...
¿No ve que
hay una carta
pegada al
barrilete?
No me
alcanzaba el hilo,
fue verlo...
y qué sé yo.
No lo pensé
dos veces,
me sorprendió
el librero,
le juro mi
sargento
por eso fui
ladrón.
Si han de
llevarme preso, lo siento por mi madre,
por esta
pobre carta que nunca ha de llegar.
En ella le
pregunto por qué se fue tan lejos
dejándonos
tan solos a mí y a mi papá...
Sin
pronunciar palabra lo acarició el sargento
y entonces el
librero, con ganas de llorar,
poniendo
entre sus manos aquel ovillo de hilo,
"¡Ahora
sí!", le dijo, "¡Tu carta va a llegar!"
La gran autora que fue Eladia Blázquez – (autora, compositora
y cantante - 1931-2005) se destaca por obras
conocidas y de gran valor como “Mi
ciudad y mi gente”, “El corazón al sur” y “Honrar la vida”
Comenzó su incursión en el
tango precisamente con “Sueño de
barrilete”. Su primer disco de tangos, donde canta sus propias canciones es
de 1970, incluye este hermoso tango, que ya tendría varios años de su autoría.
La frustración de quien ha
vivido soñando ideales, choca contra una realidad que le hace ver algo distinto
a ese barrilete que imagino ser y que como
el, podría tener la altura que le diera su ideal:
Sueño de barrilete
Tango
Música y
letra: Eladia Blázquez
Desde chico
ya tenía en el mirar
esa loca
fantasía de soñar,
fue mi sueño
de purrete
ser igual que
un barrilete
que
elevándose entre nubes
con un viento
de esperanza, sube y sube.
Y crecí en
ese mundo de ilusión,
y escuché
sólo a mi propio corazón,
mas la vida no
es juguete
y el lirismo
en un billete sin valor.
Yo quise ser
un barrilete
buscando
altura en mi ideal,
tratando de
explicarme que la vida es algo más
que darlo
todo por comida.
Y he sido
igual que un barrilete,
al que un mal
viento puso fin,
no sé si me
falló la fe, la voluntad,
o acaso fue
que me faltó piolín.
En amores
sólo tuve decepción,
regalé por no
vender mi corazón,
hice versos
olvidando
que la vida
es sólo prosa dolorida
que va
ahogando lo mejor
y abriendo
heridas, ¡ay!, la vida.
Hoy me aterra
este cansancio sin final,
hice trizas
mi sonrisa de cristal,
cuando miro
un barrilete
me pregunto:
¿aquel purrete donde está?
Integrador
de la familia en la naturaleza
Los
avances tecnológicos pareciera que han
desplazado las actividades que en otras épocas
los niños realizaban.
La computadora, los videojuegos, el celular,
se han incorporado como los nuevos juguetes y pasatiempos de los niños y han
logrado una nueva estimulación y desarrollo de otras habilidades.
Mas allá de la importancia de estas nuevas
tecnologías el sentido de socialización sigue vigente en aquellas actividades
reales y no en las relaciones virtuales.
Las
posibilidades de ir a la plaza o al parque a jugar a la pelota, otras
actividades y tal vez remontar el barrilete, si es de propia creación, estimula
la creatividad y la socialización, sin ser necesariamente competitivas con las
actividades informáticas, si complementándose
para lograr un equilibrio necesario.
Quienes
hemos vuelto al barrilete, lo logramos gracias a que podemos incorporarnos con
nuestros hijos y luego nuestros nietos; volvemos a la infancia y transmitimos
lo que hemos vivido y sentir que lo que
hacemos tenga que ver con la vida en la
naturaleza.
Tal
vez unos de los logros más importantes de esta posibilidad que nos brinda el
barrilete sea el unir a la familia, que en nuestros tiempos a veces suena algo utópico,
y esto gracias a nuestro querido amigo volador.
Miguel
Angel Viciconte
vicimigue@hotmail.com
Bibliografía
consultada:
CARABAJAL, Teresita – La
Gaceta de Tucuman