miércoles, 31 de octubre de 2012


“nostalgia del barrilete”

 

El barrilete y el niño

 

El barrilete y el niño se han considerado como una relación muy especial: pasatiempo, juguete y amigo.

Raúl González Tuñón (1905-1974) poeta y periodista, fue uno de los iniciadores de la poesía social de la argentina, gran viajero supo volcar en sus obras estas  cuestiones de los lugares que visito.

De su inspiración, nos ha dejado esta hermosa poesía

 

El barrilete con forma de estrella

Se escapó de repente como un sueño

de la mano de un niño, y éste, bajo

la opaca luz de otoño, levemente

le dijo adiós con la frustrada mano.

 

Quiso volar el proletario Ícaro

de papel pobre y manoseada piola

y allá quedó enredado en la azotea

entre un alado susto de palomas.

 

Como estaba tan solo y era apenas

una metáfora del perdido cielo

vino un cometa y lo llevó consigo

hacia la Calle de la Luna, lejos.

 

Pero el alma sutil del evadido

en fugitiva nube regresando,

se introdujo en el niño para siempre.

Y ahora siempre estará, siempre volando,

su corazón de barrilete.

 

Esta última estrofa indica una relación “simbiótica” del niño con “el alma sutil del evadido”, la poesía se permite establecer  esta estrecha relación que en otras épocas ha tenido un sentido de gran valor y que tímidamente pareciera que tiende a renacer.

 

Historia del barrilete

 Este objeto que ha acompañado a los niños, tiene un origen un tanto incierto, aunque existen antecedentes de haber sido remontados en China y el archipiélago de Malasia casi 3000 años antes. Un general chino había utilizado un barrilete sobre una ciudad sitiada para calcular distancias lo que le permitió adoptar acciones militares logrando la victoria.

Desde China y a través de las distintas rutas comerciales la existencia del barrilete llego a Corea, India y Japón, en este país se lo utilizaba como figuras mágicas para ahuyentar los malos espíritus; a partir de 1600 el barrilete se popularizo en Japón, aunque hubo intentos de desalentar este pasatiempo porque se aducía que la gente descuidaba el trabajo.

Ya en el siglo XV se conocía la existencia del barrilete en la India. En Micronesia según narraciones se pescaba utilizando el barrilete.

Las historias sobre los barriletes llegaron a Europa a través de Marco Polo, pero su introducción se debe a los marinos holandeses por sus relaciones con Malasia.

Los hombres de ciencia utilizaron el barrilete para sus  trabajos de investigación, incluso fueron utilizados como contribución al desarrollo de la aviación.

En nuestros tiempos el barrilete se utiliza como elemento de recreación y un pasatiempo, también como deporte, y en todas las edades.

 

El barrilete como juego artesanal en la niñez

 

El barrilete no solo acompaña la niñez como un juego sino que además motiva un desafío de creación propia, totalmente  artesanal.

 Al llegar la primavera, con sus vientos aptos para remontar barriletes, comenzaba la actividad de construirlos y llevarlos al cielo, en una competencia que requería de todos nuestros sentidos.

Se construían con cañas, papel (de diario), engrudo ( harina y agua), tiras de tela (para la cola), hilo (el más preciado tesoro, no siempre se podía comprar, juntábamos y añadíamos hilos durante el año) . Preparábamos un armazón de cañas, cortadas en varillas, atadas fuertemente en el centro; con dos cañas era el más simple, un rectángulo – la tarasca -  con mas cañas  hacíamos una bomba, una estrella. El  perímetro se unía con un hilo, bien fuerte, simétricamente y estaba la estructura armada.

El papel se colocaba dejando un borde al exterior que se doblaba sobre el hilo y se pegaba con el engrudo, previamente se unían papeles para cubrir toda la superficie. Desde atrás se pegaban tiritas de papel sobre la caña y pegadas al papel para evitar los movimientos bruscos en la altura que podían romperlo.

Si el perímetro  se unía con hilos intercalando las cañas, permitía que el colocar el papel se hiciera respetando la forma de una estrella.

Al papel se le agregaba exteriormente una tira de papel de algunos centímetros que se cortaba casi hasta el final armando flecos, estos al volar el barrilete le daban  un efecto de movimientos y sonido que lo embellecía.

Los tiros eran  tres hilos que se unían desde dos cañas y del centro a una distancia que permitiera  atar el hilo del ovillo que le daría la posibilidad de elevarse. Quien más hilo tenia mas se lucia, era todo un desafío.

Hacia abajo se colocaba la cola, un  hilo que se ataba desde dos cañas de abajo permitía atar ese elemento que se armaba atando telas, trapos y que permitía la estabilidad del barrilete, si la cola era corta el barrilete “coleaba” es decir giraba sobre sí mismo y caía.

Cuando apareció el  papel de barrilete, los hermosos colores y su característica de ser fácil de utilizar para la confección, daba la posibilidad de armar figuras, casi siempre , las del club de futbol, y esto era una  nueva forma de diferenciarse y competir sanamente, claro que no todos tenían acceso a este gasto y adelante con el papel de diario.

Y Ahora a remontarlo, alguien lo sostenía por las cañas desde atrás y el “piloto” se alejaba a una distancia prudente, con buen viento, desde atrás el solo soltarlo y comenzar la compleja tarea de tirar del hilo y aflojarlo  permitía que se elevara, a veces con menos viento era necesario desplazarse hacia atrás casi corriendo y hacer las maniobras del caso.

Cuando el barrilete ya se sostenía en el aire por sí  mismo, solo había que darle hilo y tirar cada tanto para evitar una posible caída, a mas altura la cosa ya estaba resuelta, claro que el viento actuaba por sí mismo y había que estar atento para decidir si convenía elevarlo o bajarlo.

Toda una actividad compleja, que requería,  atención, decisión y estar expuesto a reveses sin desanimarse y comenzar de nuevo, a veces la caída significaba reparar el barrilete por roturas del papel (que se emparchaba) o por cortes del hilo del armazón o de  alguna caña, esto ya nos sacaba de la cancha y a veces significaba hacer todo de nuevo.

Y lo más importante no se necesitaba carnet de conductor, ni  había limites para la edad, todos podíamos.

Hoy las nuevas técnicas constructivas nos ofrecen barriletes que se adquieren, con materiales más novedosos, estructuras con volumen, con colores llamativos, semejando figuras, a veces de pájaros, en las playas es común ver estos barriletes, que se venden en el lugar y se aprovecha el viento del mar que permite remontarlos rápidamente.

 

Simbología de una niñez pobre y carenciada

 

Los niños pobres tenían pocas oportunidades de acceder a juegos o pasatiempos, salvo lo que le permitían sus propias inquietudes, creatividad  y posibilidades.

 Esta etapa en la vida de un niño pobre ha sido  tomada  por  Antonio Berni el gran pintor, ilustrador y grabador argentino nacido en Rosario, Santa Fe  en 1905 y fallecido en 1981.

La época que le toco vivir a Berni fue representada a través de sus obras con un gran carga de sentido social , entre sus personajes famosos se encuentran Juanito Laguna y Ramona Montiel, estos representan la clase pobre, habitantes de la villa, aunque ambos personajes de características distintas.

Juanito Laguna es lo que se conoce como ciruja, su padre un obrero, Berni ha representado en Juanito a todos los niños del mundo, niños pobres pero no pobres niños.

Berni expreso que había creado a Juanito Laguna como “un símbolo para despertar la conciencia de la gente…”

Esta  genial creación de Berni, también sirvió de inspiración a autores y compositores que volcaron su talento en hermosos poemas y canciones.

Hamlet Lima Quintana ha llevado  a la poesía la emblemática obra de Berni, sobre Juanito Laguna remontando su barrilete y con la música de  René Cosentino, nos han dejado:

Juanito Laguna remonta un barrilete

Si Juanito Laguna llega a la nube

 es el viento que viene, lo ama y lo sube,

 es el nombre Juanito en la cañada

 es el nombre Laguna, casi no es nada.

 

Corazones de trapo sueñan la cola.

 Palomita torcaza su cara sola,

 si Juanito Laguna sube y se queda

 es, tal vez, porque puede,

 puede que pueda.

 

¡Ay! Juanito Laguna

 Volará el barrilete con tu fortuna.

 

Con el viento la caña silba una huella

 y la huella se pierde, Juanito en ella.

 Si Juanito Laguna le presta un sueño

 es el canto que sube hasta su dueño.

 Es un ojo en el aire, es carta y sobre:

 Barrilete Laguna, Juanito Pobre.

 Si Juanito Laguna sueña conmigo

 volveré en barrilete para mi amigo.

 

El tango referencia al barrilete

 

El tango no ha estado ajeno en sus poesías a los sentimientos que encuentran en el barrilete el elemento para expresarse.

Reynaldo  Yiso  (1915-1978) fue  autor de una gran cantidad de tangos, algunos como “El bazar de los juguetes” y “El sueño del pibe” con una alta carga de emotividad y cuyo personaje central es un niño

Esta temática  también va de la mano con el tango “Cuatro líneas para el cielo”, donde la inocencia de un niño imaginan al barrilete que va hacia el cielo a llevarle una carta  a su mama…

      

Cuatro líneas para el cielo

Tango 1949

Música: Arturo Gallucci

Letra: Reinaldo Yiso

 

Llevando a un muchachito sujeto de la mano

se presentó al sargento que estaba de facción.

"El mundo está perdido", le dijo entre asombrado,

"apenas siete años, tan chico y ya ladrón".

El pibe mientras tanto lloraba amargamente.

"¿Y qué es lo que ha robado?", dijo la autoridad.

"Robó un ovillo de hilo", le respondió el librero,

"a todos estos pillos debieran encerrar".

 

Señor, yo no lo niego.

Es cierto que he robado,

me faltaba tan poco

para poder llegar

con este barrilete

hasta el azul del cielo,

allí donde se ha ido

ayer nomás mamá...

 

¿No ve que hay una carta

pegada al barrilete?

No me alcanzaba el hilo,

fue verlo... y qué sé yo.

No lo pensé dos veces,

me sorprendió el librero,

le juro mi sargento

por eso fui ladrón.

 

Si han de llevarme preso, lo siento por mi madre,

por esta pobre carta que nunca ha de llegar.

En ella le pregunto por qué se fue tan lejos

dejándonos tan solos a mí y a mi papá...

Sin pronunciar palabra lo acarició el sargento

y entonces el librero, con ganas de llorar,

poniendo entre sus manos aquel ovillo de hilo,

"¡Ahora sí!", le dijo, "¡Tu carta va a llegar!"

 

La gran autora que fue Eladia Blázquez – (autora, compositora y cantante -  1931-2005) se destaca por obras conocidas y de gran valor como “Mi ciudad y mi gente”, “El corazón al sur” y “Honrar la vida”

Comenzó su incursión en el tango precisamente con “Sueño de barrilete”. Su primer disco de tangos, donde canta sus propias canciones es de 1970, incluye este hermoso tango, que ya tendría varios años de su autoría.

La frustración de quien ha vivido soñando ideales, choca contra una realidad que le hace ver algo distinto a ese barrilete que imagino ser y  que como el, podría tener la altura que le diera su ideal:

Sueño de barrilete

Tango

Música y letra:  Eladia Blázquez

 

Desde chico ya tenía en el mirar

esa loca fantasía de soñar,

fue mi sueño de purrete

ser igual que un barrilete

que elevándose entre nubes

con un viento de esperanza, sube y sube.

Y crecí en ese mundo de ilusión,

y escuché sólo a mi propio corazón,

mas la vida no es juguete

y el lirismo en un billete sin valor.

 

Yo quise ser un barrilete

buscando altura en mi ideal,

tratando de explicarme que la vida es algo más

que darlo todo por comida.

Y he sido igual que un barrilete,

al que un mal viento puso fin,

no sé si me falló la fe, la voluntad,

o acaso fue que me faltó piolín.

 

En amores sólo tuve decepción,

regalé por no vender mi corazón,

hice versos olvidando

que la vida es sólo prosa dolorida

que va ahogando lo mejor

y abriendo heridas, ¡ay!, la vida.

Hoy me aterra este cansancio sin final,

hice trizas mi sonrisa de cristal,

cuando miro un barrilete

me pregunto: ¿aquel purrete donde está?

 

Integrador de la familia en la naturaleza

 

Los avances tecnológicos pareciera que  han desplazado  las actividades que en otras épocas los niños realizaban.

 La computadora, los videojuegos, el celular, se han incorporado como los nuevos juguetes y pasatiempos de los niños y han logrado una nueva estimulación y desarrollo de otras habilidades.

 Mas allá de la importancia de estas nuevas tecnologías el sentido de socialización sigue vigente en aquellas actividades reales y no en las relaciones virtuales.

Las posibilidades de ir a la plaza o al parque a jugar a la pelota, otras actividades y tal vez remontar el barrilete, si es de propia creación, estimula la creatividad y la socialización, sin ser necesariamente competitivas con las actividades informáticas, si complementándose  para lograr un equilibrio necesario.

Quienes hemos vuelto al barrilete, lo logramos gracias a que podemos incorporarnos con nuestros hijos y luego nuestros nietos; volvemos a la infancia y transmitimos lo que hemos vivido y sentir que lo  que hacemos tenga  que ver con la vida en la naturaleza.

Tal vez unos de los logros más importantes de esta posibilidad que nos brinda el barrilete sea el unir a la familia, que en nuestros tiempos a veces suena algo utópico,  y esto  gracias a nuestro querido amigo volador.

 

Miguel Angel Viciconte

vicimigue@hotmail.com

 

Bibliografía consultada:

CARABAJAL, Teresita – La Gaceta de Tucuman





 

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario