domingo, 14 de octubre de 2012


La calesita

Calesita de mi barrio que en mis años de purrete

eras el mejor juguete que me podían brindar,

Cuando paso por tu lado, recordando aquellos tiempos,

no sé explicar lo que siento, pero quisiera llorar.

Calesita de mi barrio, espejo de mi alegría,

tal vez el progreso un día te lleve hacia otro rincón,

pero tenelo por cierto, que aunque deje de ser chico,

ha de vivir tu organito dentro de mi corazón”

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Esta es la primer estrofa del  hermoso tango “Calesita de mi barrio” del año 1949, cuya letra es de Jesús Otero y la música de Juan José Paz

La calesita se asocia con la alegría y la felicidad de los niños y la nostalgia de los mayores.

No existe un antecedente claro del origen de lo que hoy conocemos como la calesita, su supone que en el año 1648 se conoció  en Turquía un plato sobre el cual unos caballos de madera giraban, posiblemente un rey había indicado se construyera un elemento que sirviera para divertimento de la corte.

Posteriormente pasa a Europa y fue patentado en Inglaterra, luego a Francia, posteriormente en España, donde se lo conoció como “tiovivo”; en sus inicios un caballo impulsaba sus giros, luego un motor naftero y al fin la  electricidad

Los hermanos Lasalvia, llegan a Argentina desde Italia en 1870, en sus orígenes de profesión luthiers, comienzan a fabricar organitos y posteriormente comienzan a fabricar carruseles con música, un tallista incorporo las figuras como caballos,  leones y temas circenses. En sus comienzos en la Ciudad de Buenos Aires y posteriormente en el interior las calesitas comenzaron a  alegrar la infancia de los niños.

En realidad la calesita y el carrusel (nombre que se lo conocía en Francia) no son exactamente iguales, en la calesita los elementos están fijos y en el carrusel suben y bajan durante el recorrido.

La calesita en la Argentina ha incorporado un elemento novedoso, la sortija, y quien logra sacarla sube gratis una vuelta más, este aro de metal pende de una pera de madera que sostiene el calesitero, supuestamente ha sido tomado de juegos camperos donde los jinetes actúan en forma parecida

La calesita siempre ha estado presente en todos los aspectos culturales de la argentina, la poesía, el teatro, el cine el arte…ha sido uno de los elementos identificatorios de nuestra vida.

El folklore también está presente para homenajear a la calesita: “El gato de la calesita” nos trae el recuerdo de grandes figuras que con su voz mantuvieron vigente esta hermosa obra de Waldo de los Rios y Zulema  Alcayaga, nos referimos a Hernán Figueroa Reyes, Jovita Díaz y Tamara Castro

El Gato de la Calesita

Música: Waldo Belloso

Letra: Zulema Alcayaga

 

En la plaza está dando vueltas,

la calesita, la calesita

Desde lejos vengo escuchando

Su musiquita, su musiquita

Las monedas en el bolsillo,

Van repitiendo la tonadita

Y en la vuelta que ya ha empezado

A las estrellas voy a llegar.

 

El caballo de madera,

da la vuelta toda entera

El jinete de verdad

dice adiós a su mamá

Va girando la calesita,

toda la plaza baila el compás!

Una vuelta, y otra vuelta,

La sortija no se suelta

Otra vuelta voy a dar

Porque tengo que ganar.

Con un cielo de calesita,

Cuando me acueste voy a soñar.

 

Es de noche, ya se ha cansado

la calesita, la calesita

Va más lenta y desafinada

Su musiquita, su musiquita

Tantas vueltas en el mismo sitio

Me la han mareado a la pobrecita.

Cabecea como dormida,

Y el toldo a rayos ya le pondrán.

 

El caballo de madera

Da la vuelta todo entera

El jinete de verdad

Dice adiós a su mamá.

Va girando la calesita

Toda la plaza baila el compás!

Una vuelta, y otra vuelta,

La sortija no se suelta

Otra vuelta voy a dar,

Porque tengo que ganar.

Con un cielo de calesitas,

Cuando me acueste, voy a soñar.

 

El gran poeta  popular que fue Héctor Gagliardi (1909-1984) excelente recitador, escribió hermosas poesías donde están representados todos los personajes del Buenos Aires de su tiempo.

 En las primeras estrofas de su poema “La Calesita” con el sencillo lenguaje que lo caracteriza nos traslada a un momento muy especial de su vida.

La Calesita – Héctor Gagliardi

En el  lugar en que estaba
la casa de inquilinatos,
hay una "peña" de gatos
vecinos de la barriada;
la medianera pelada,
con un dejo de tristeza,
muestra el papel de las piezas
que tocaron retirada.

Perdió por demolición
la casa de tantas piezas
y dejó que la pobreza
tenga nueva dirección,
y nos muestra a discreción
cuando se cambian de ropa
"los que no dan pelota"
cuando cae en el balcón.

Y vino lo que faltaba
a tomar ubicación
causando la sensación
de toda la muchachada
que contempla alborozada
a una hermosa calesita,
con su eterna musiquita
de canciones olvidadas.

Hay un alambre tejido
frenando a la concurrencia,
de pibes que en su impaciencia
parecen monos prendidos,
cuando alguno ha conseguido
los "cinco" para una vuelta,
ya los muestra de la puerta
con un aire distinguido.

…………………………………….

El tango no podía estar ausente en el recuerdo de la calesita, mas allá de varias letras que la referencian, podemos citar algunos que han desgranado su poesía  en un claro homenaje a la calesita, es de destacar  la hermosa letra de “Calesita de mi barrio” cuya primera estrofa engalana el inicio de este trabajo,

 Ya en en 1930 José González Castillo había escrito el tango “Calesita” una romántica letra que acompaño la música de su hijo Catulo Castillo

Calesita

Tango 1930

Música: Cátulo Castillo

Letra: José González Castillo

 

Ayer he pasado por la calle aquella

donde un día hicimos un nido de amor.

Antes que en tu noche brillara otra estrella

y brotaran alas en tu corazón.

 

Todo está lo mismo... La vieja casita

de los limoneros junto al hueco aquel,

donde por las tardes una calesita

canta dando vueltas como un cascabel.

 

Alma de la calesita

que vuelca en el arrabal

la fuente de agua bendita

de una noria musical.

 

Yo quiero como el cansino

caballo del carrusel,

dar vueltas a mi destino

al ruido de un cascabel.

Y al sonar alegre de esa musiquita

Reviví una hora de mi juventud.

Mis juegos de niño... Tu primera cita...

Los días sin sombras... Las noches sin luz...

 

Pero en esa hora fuiste otra vez mía

por el sortilegio de la evocación.

¡Triste del que nunca sintió la armonía

de unas calesitas en su corazón!...

 

Uno de los tangos más conocidos, no solo en nuestro país sino también en el exterior, es “La Calesita” (1953), de Mariano Mores y Catulo Castillo, cuya letra expresa  un sentimiento de pérdida del amor y  su melodía trasunta la dulzura de las composiciones del maestro Mariano Mores.

Otros géneros   han expresado su sentir por la calesita, muchos poetas han volcado su pluma para de una u otra manera conservar  en la poesía la presencia de la misma:

El conocido poema “Instantes” ha sido atribuido a Jorge Luis Borges, pero su posible autor sería Don Herold o Nadine Stair.


Instantes

Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.

Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.

Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.

Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.

Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo.

 

Siempre es bueno reflexionar sobre este sencillo y hermoso poema, maxime cuando nos trae el recuerdo de la calesita; los que están  a tiempo, pues a dar más vueltas en calesita...

Bibliografía consultada



GAGLIARDI,  Héctor – Versos de mi ciudad – Editorial Plus-Ultra -

 

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